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¿Necesitas una desintoxicación rápida después del verano? ¡Sigue nuestros consejos súper fáciles!

Después de disfrutar de las vacaciones de verano, es común sentirse hinchado, cansado y con la necesidad de desintoxicar el cuerpo, debido a que el consumo excesivo de alimentos grasos y azucarados durante este período no solo puede provocar aumento de peso, sino que también sobrecarga nuestro organismo. Por esa razón, la época de regreso a la rutina es el momento ideal para realizar una desintoxicación profunda y recuperar el equilibrio.

¿Qué es una desintoxicación?

A diferencia de una dieta, la desintoxicación no tiene como objetivo principal la pérdida de peso. Sin embargo, a menudo se observa una disminución de peso durante este proceso, simplemente porque se adopta una alimentación más saludable y equilibrada.

Una cura de desintoxicación sirve para eliminar las toxinas de nuestro organismo. Durante el verano, las crepes, gofres, helados, pizzas y otros alimentos grasos y dulces han formado parte de nuestra dieta diaria. No hay nada de malo en disfrutar, pero puede ser beneficioso aprovechar este «nuevo año escolar» para realizar una gran limpieza.

La acumulación de grasas y azúcares impide que el hígado y los riñones filtren los desechos y que el sistema digestivo funcione correctamente. El resultado puede verse físicamente: tez apagada, granos, uñas y cabello quebradizos, fatiga y problemas digestivos son las señales que indican una acumulación de toxinas.

Para ello, disminuye gradualmente el consumo de carne roja, alcohol, café, té negro, productos lácteos y otros alimentos contraindicados. Paralelamente, aumenta suavemente el consumo de frutas, verduras y cereales integrales. Del mismo modo, no salgas de la cura atacando con un menú de hamburguesa, papas fritas y helado. Reintroduce gradualmente los productos lácteos, la carne roja, etc. Una cura de desintoxicación puede ayudarte a mantener nuevos hábitos alimenticios. Así, si te sientes capaz, no cedas a los productos procesados y otros alimentos ricos en azúcar y grasas industriales. Cuanto menos consumas, menos necesitarás desintoxicarte.

No sobrecargues tu hígado

Es obvio, pero preferimos recalcarlo: ¡durante una cura de desintoxicación, no se consumen productos industriales procesados! Ricos en azúcares, grasas, sal y otros aditivos, estos fatigan el hígado y lo sobrecargan. También eliminamos el alcohol, el café y el té negro, que alteran el sueño y el tránsito intestinal, y son fuente de nerviosismo. Finalmente, tendrás que eliminar temporalmente ciertos alimentos, ya que estos aportan nutrientes necesarios para nuestro organismo, pero también pueden tener efectos proinflamatorios a largo plazo. Por lo tanto, no deben eliminarse por completo de nuestra lista de compras, sino consumirse con moderación a diario. Este es el caso, por ejemplo, de la carne roja, los productos lácteos y el gluten. Los carbohidratos refinados (dulces, pan blanco, pasta blanca, etc.) también se deben evitar durante la cura, ya que provocan picos de glucemia que sobrecargan el páncreas.

Foto Freepik

Eliminar las toxinas

Las frutas y verduras, ricas en vitaminas y minerales, serán verdaderos aliados. Su efecto drenante y sus fibras, que mejoran el tránsito intestinal, permiten eliminar más fácilmente las toxinas. Algunas frutas, como las bayas y los frutos rojos, tienen propiedades antioxidantes que además retrasan el envejecimiento celular: ¡un beneficio adicional! El espárrago (en lata en septiembre, ya que no es temporada), la alcachofa, el brócoli, la zanahoria, el repollo, el rábano negro o el apio son verduras desintoxicantes.

En cuanto a las frutas, apuesta por la piña, la manzana y el aguacate. Consúmelas preferiblemente lejos de las comidas, ya que podrían ralentizar la digestión. La uva, de temporada, drena el hígado y hace trabajar a los riñones debido a su alto contenido en agua y potasio. Por lo tanto, es ideal para una desintoxicación de vuelta a clases. Las frutas y verduras enteras son más ricas en fibra que los jugos, por lo que se deben priorizar. Pero los jugos de frutas y verduras te permitirán variar los placeres. ¿Nuestra sugerencia? Un jugo de limón (1), pepino (1/2 o 1 según tu gusto), uva (1 racimo) y peras (2) para desayunar y comenzar el día con productos de temporada.

Una buena hidratación será necesaria, una vez más, para favorecer la eliminación. El té verde, el rooibos y la achicoria también pueden acompañarte. Las bebidas fermentadas como el kombucha y el kéfir, ricas en probióticos, permiten reforzar la flora intestinal. Finalmente, muchas infusiones son conocidas por sus virtudes: el diente de león ayuda a los riñones, el cardo mariano y la alcachofa estimulan el hígado, y la amapola, la violeta o el llantén limpian los pulmones.

Mantén una actividad física

No tiene sentido hacer demasiado deporte durante una cura de desintoxicación, ya que esto podría cansar y deshidratar aún más tu cuerpo. Sin embargo, es necesario tener una actividad física mínima. Caminar, nadar, andar en bicicleta, correr… Depende de tus hábitos. No es necesario practicar más.

No fumes y duerme lo suficiente

Para que tu cura de desintoxicación sea totalmente efectiva, se recomienda también dejar de fumar y tener un sueño reparador (8 horas por lo general). Y si lo logras, ¿por qué no mantener estos nuevos hábitos a largo plazo?

Beneficios de la desintoxicación

Una cura de desintoxicación puede traer numerosos beneficios a nivel físico y mental. A nivel físico, puede ayudarte a perder peso, mejorar tu digestión, aclarar tu piel y fortalecer tu cabello y uñas. A nivel mental, puede aumentar tus niveles de energía, reducir la fatiga y mejorar tu estado de ánimo. Además, una desintoxicación regular puede prevenir enfermedades a largo plazo al reducir la carga tóxica en tu organismo.

Alimentos recomendados

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Durante una cura de desintoxicación, se recomienda consumir principalmente:

  • Frutas y verduras frescas, de temporada y de cultivo ecológico cuando sea posible
  • Cereales integrales como quinoa, avena o arroz integral
  • Legumbres como lentejas, garbanzos o judías
  • Frutos secos y semillas
  • Hierbas y especias como jengibre, cúrcuma, canela o perejil
  • Agua, infusiones y bebidas fermentadas como el kombucha o el kéfir

Es importante evitar o reducir el consumo de:

  • Alimentos procesados, ricos en azúcares, grasas y aditivos
  • Carnes rojas
  • Lácteos
  • Gluten
  • Alcohol y cafeína

Duración Recomendada

La duración de una cura de desintoxicación puede variar según tus necesidades y objetivos. Algunas personas optan por una cura de 3 a 7 días, mientras que otras prefieren una cura más prolongada de 2 a 4 semanas. Lo ideal es consultar con un profesional de la salud para determinar la duración más adecuada en tu caso.

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Veronica Pereira

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