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Salud

¿No sabes cómo hacer frente a los efectos secundarios de los antibióticos? Sigue estos consejos

Tomar antibióticos suele ir acompañado de efectos secundarios. Estas son las principales dolencias que podrías sufrir y cómo combatirlas.

¿Qué es un antibiótico?

Dicho de manera sencilla, estos son medicamentos que matan y/o impiden el crecimiento de bacterias infecciosas en nuestro organismo. Con su consumo se busca prevenir o curar una infección.

De manera general, los antibióticos pueden utilizarse para tratar infecciones de oído, garganta, pulmones, uretra, vejiga, aparato digestivo y algunas infecciones agudas relacionadas con el aparato respiratorio. La mayoría de las veces, estos son medicamentos que se administran por vía oral. Sin embargo, dependiendo de la afección, puede ser necesario administrarlo por vía intravenosa.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los antibióticos?

Cuando se ingieren antibióticos, es importante recordar que pueden tener efectos secundarios, especialmente si se toma un antibiótico de amplio espectro. Estos efectos secundarios pueden ser muy variados e incluso ser diferentes de persona a persona y pueden ser más o menos importantes y más o menos soportables. Por este motivo es que es importante estar bien informado antes de tomar un antibiótico. Los efectos secundarios más frecuentes son los siguientes:

  1. Malestar estomacal.
  2. Diarrea.
  3. Infecciones vaginales por hongos o micosis.

¿Cómo se puede combatir los efectos secundarios de los antibióticos?

Para mantener a raya los efectos secundarios de los antibióticos, es importante seguir las dosis prescritas y evitar la automedicación. Por otro lado, para combatir eficazmente los efectos secundarios de los antibióticos, basta con tomar:

  1. Antiespasmódicos (puede ser Spasfon) o apósitos gástricos (Gaviscon) para los trastornos estomacales.
  2. Antidiarreicos en forma de ralentizadores intestinales (Imodium), apósitos digestivos (Smecta), antisecretores intestinales (Diarfix) o antibióticos de origen microbiano (Lactéol) para regular la diarrea.
  3. Antifúngicos en forma de crema de imizadol (Econazol) o a base de terbinafina (Lamisil) en caso de que la vagina se encuentre afectada. Los expertos en salud también recomiendan utilizar cápsulas u óvulos antifúngicos para introducir en la vagina (por ejemplo, Candazol).

Ten en cuenta que los nombres de los medicamentos mencionados son solo ejemplos, ya que en el mercado farmacéutico hay muchos otros. La recomendación es consultar a un médico o pedir consejo a un farmacéutico sobre la elección del tratamiento teniendo en cuenta los efectos secundarios de los antibióticos y los síntomas.

Sobre el uso excesivo de los antibióticos

Cuando se usan demasiado, las bacterias que infectan el organismo están durante mucho tiempo en contacto con el fármaco que se supone que las mata, por lo que existe la posibilidad de este comience a desarrollar resistencia, haciendo que el tratamiento sea ineficaz. Por lo tanto, si estás consumiendo estos medicamentos, lo mejor es que sigas las instrucciones y, sobre todo, evita la automedicación con antibióticos.

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¿Se pueden tomar antibióticos durante o después del embarazo?

En general se desaconseja tomar antibióticos durante o justo después del embarazo. Esto es así debido a que cualquier cosa que se introduzca en el cuerpo de una mujer, ya sea durante el embarazo o la lactancia, puede afectar al desarrollo del feto o al recién nacido.

Sin embargo, sigue siendo posible acudir a estos medicamentos después de un diagnóstico y un análisis realizado por un experto. De hecho, solo pueden utilizarse tres tipos de antibióticos durante o poco después del embarazo:

  1. Penicilina.
  2. Cefalosporina.
  3. Eritromicina.

Después del embarazo, se recomienda que las mujeres lactantes interrumpan la lactancia para evitar que los antibióticos se mezclen con la leche materna o que dejen de tomar el tratamiento durante la lactancia para evitar efectos no deseados en el bebé.

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Dany Levito

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