Nostradamus viviente predice la Tercera Guerra Mundial y advierte sobre una posible fecha de guerra inminente

Las profecías intrigantes y sombrías suelen captar la atención global, especialmente cuando se conectan a eventos actuales. Athos Salomé, conocido como el “Nostradamus viviente”, ha generado un intenso debate al declarar que la Tercera Guerra Mundial es inminente. Pero, ¿qué tan ciertas son estas afirmaciones? Y más importante, ¿cómo se relacionan con los actuales desafíos globales?
¿Quién es Athos Salomé?
Nacido en 1986, Athos Salomé es un parapsicólogo y cabalista brasileño que ha sido comparado con Nostradamus por sus supuestas profecías precisas. Aunque se autodenomina como una figura espiritual y rechaza ser catalogado como un “profeta tradicional”, su notoriedad ha crecido debido a predicciones que incluyen la pandemia de COVID-19 y eventos significativos en la política global.
Salomé afirma que sus visiones están conectadas con una entidad espiritual que lo guía. Desde los 12 años, asegura haber experimentado episodios proféticos, lo que sería el fundamento de su reputación como el “Nostradamus moderno”.
¿Por qué advierte sobre una tercera guerra mundial?
La predicción de una posible Tercera Guerra Mundial por parte de Salomé se basa en el creciente conflicto entre superpotencias como Estados Unidos, China y Rusia. Según sus palabras, las tensiones actuales no solo se limitan al campo militar tradicional, sino que abarcan episodios de ciberataques, riesgos catastróficos asociados con armas hipersónicas y una mayor digitalización en los sistemas de defensa.
Además, Salomé destaca ciertos focos de conflicto, como la guerra Rusia-Ucrania y el delicado equilibrio en el Mar de China Meridional. Estas zonas son vistas como potenciales detonadores de una confrontación más amplia que podría incluir el uso de tecnologías avanzadas, como impulsos electromagnéticos (EMP) para deshabilitar infraestructuras críticas.
La amenaza cibernética: un nuevo campo de batalla global
Salomé no solo se enfoca en los conflictos físicos. Según sus predicciones, los ciberataques serán el eje central de los futuros conflictos globales. En un mundo donde la tecnología alimenta prácticamente todas las infraestructuras, desde las redes eléctricas hasta las comunicaciones de emergencia, el ciberespacio representa tanto una herramienta como una amenaza.
Imagina un escenario donde un ataque cibernético a gran escala interrumpe los sistemas financieros, paraliza instalaciones militares o colapsa comunicaciones internacionales. Según Salomé, esta es una realidad que no está tan lejos, especialmente en un contexto donde ya existen acusaciones de espionaje entre países como Estados Unidos y China.

La simbología detrás de sus predicciones
Similar al estilo críptico de las famosas profecías de Nostradamus, Salomé usa un lenguaje simbólico y cautivador para interpretar escenarios futuros. Habla de conceptos como “tres días de oscuridad” para describir el colapso de las comunicaciones globales o posibles apagones ocasionados por experimentos con tecnología EMP.
Algunos de sus seguidores interpretan estas visiones como advertencias de posibles eventos concretos, mientras que otros las ven como simples metáforas que abren espacio para diversas interpretaciones.
¿Realmente son nuevas estas visiones?
El paralelismo con Nostradamus es inevitable. Hace siglos, Nostradamus realizaba predicciones que combinaban astrología, eventos históricos y simbolismo. De manera similar, Salomé conecta sus visiones con riesgos actuales como cambios climáticos extremos, un nuevo virus mortal proveniente del Polo Sur, y el posible inicio de una nueva “carrera espacial” que podría generar tensiones entre las potencias.
Aunque sus declaraciones suelen carecer de respaldo científico o pruebas concretas, plantean preguntas legítimas sobre cómo el mundo moderno maneja desafíos como la seguridad cibernética y el equilibrio geopolítico.
¿Por qué escuchar estas advertencias?
Aunque el escepticismo rodea estas predicciones, las cuestiones subyacentes no deben pasarse por alto. El rápido avance de la tecnología militar, las crecientes tensiones internacionales y los riesgos asociados al colapso digital son temas urgentes que requieren atención. Salomé aprovecha sus supuestas visiones para resaltar la vulnerabilidad de un mundo cada vez más interconectado.
Por ejemplo, menciona la posibilidad de que una combinación entre ciberataques y sabotaje en sistemas espaciales podría generar un “efecto dominó”, causando caos financiero y militar a nivel global. Esto no es ciencia ficción, sino un riesgo que varios gobiernos ya han reconocido.
¿Qué dice la comunidad internacional?
A pesar de la popularidad de Salomé, muchos expertos subrayan que sus predicciones, aunque intrigantes, no están sustentadas por análisis empíricos ni pruebas verificables. Sin embargo, sus advertencias reflejan preocupaciones que ya son discutidas en foros globales. Organismos internacionales como la ONU han advertido sobre el uso indebido de tecnologías avanzadas y el impacto de los ciberataques en la estabilidad mundial.