Olvidarte de lo que ibas a hacer al entrar en una habitación tiene una explicación
¿Alguna vez has entrado en una habitación con un propósito específico y, una vez que cruzas la puerta, se te olvida por completo qué ibas a hacer? Este fenómeno, conocido como «doorway effect» (efecto puerta) o «boundary effect» (efecto frontera), es algo completamente normal que le ocurre a todo el mundo en ciertas ocasiones. Pero, ¿por qué sucede esto?
El efecto de la puerta como frontera cognitiva
Según un estudio realizado en 2011 por científicos de la Universidad Notre Dame en Indiana, Estados Unidos, el acto de cruzar una puerta puede ser la causa de estos pequeños olvidos. El profesor Gabriel Radvansky, autor principal del estudio, explica que «entrar o salir por una puerta es percibido por el cerebro como una frontera entre eventos», lo que conocemos como «doorway effect» o efecto puerta.
Nuestro cerebro tiende a separar las actividades en episodios distintos y los clasifica. Por lo tanto, es más difícil recordar una decisión tomada en otra habitación porque se ha compartimentado en nuestra mente. Es como si nuestra memoria se reseteara al cruzar una puerta y tuviéramos que hacer un esfuerzo adicional para recordar qué íbamos a hacer.
Experimentos que demuestran el efecto de la puerta
Para demostrar el papel de las puertas como fronteras cognitivas, los investigadores llevaron a cabo varios experimentos. En el primer experimento, los participantes jugaron a un juego virtual en el que tenían que esconder un objeto en una caja y luego transportarlo de una mesa a otra. Aunque todos recorrían la misma distancia, aquellos que tenían que cruzar una puerta respondían de manera menos precisa y más lenta cuando se les preguntaba qué objeto estaban transportando.
En el segundo experimento, los participantes realizaron la misma tarea pero en el mundo real. Los resultados fueron estrictamente idénticos a los del primer experimento. No importaba la distancia recorrida ni si se les preguntaba sobre el objeto en el camino de ida o de vuelta, aquellos que tenían que cruzar una puerta tenían más dificultades para recordar qué objeto estaban transportando.
Estos experimentos demuestran que las puertas causan una especie de ruptura en nuestra cognición. Nuestro cerebro percibe las puertas como señales de que estamos entrando en un nuevo entorno al que debemos adaptarnos e integrar nueva información. En ese proceso de actualización de nuestra ubicación mental, tendemos a eliminar información que consideramos menos relevante para hacer espacio a la nueva información que debemos procesar. Por eso, las cosas que íbamos a hacer, buscar o decir tienden a escaparse de nuestra memoria, especialmente si son anecdoticas o de poca importancia.
¿Deberíamos volver sobre nuestros pasos para recordar?
Muchas veces, cuando nos damos cuenta de que hemos olvidado por completo lo que íbamos a hacer al entrar en una habitación, intentamos volver sobre nuestros pasos para tratar de recordar. Sin embargo, según los investigadores, esto no es realmente efectivo. Una vez que nuestro cerebro ha clasificado una información como irrelevante, no suele volver sobre ella. Sin embargo, en algunos casos, al regresar al lugar donde comenzamos, podemos tener una ligera pista que nos ayude a recordar lo que íbamos a hacer.
Finalmente, el «doorway effect» es un fenómeno normal que ocurre cuando cruzamos una puerta y nuestra memoria parece reiniciarse momentáneamente. Nuestro cerebro ve las puertas como fronteras cognitivas que marcan un cambio de entorno y, en ese proceso, puede eliminar información que considera menos relevante. Aunque puede ser frustrante olvidar lo que íbamos a hacer, es algo completamente normal y no hay necesidad de preocuparse. Si alguna vez te encuentras en esta situación, tómate un momento para reflexionar y es muy probable que la memoria te vuelva en algún momento.