Osteopatía en bebés: la alerta de la Academia de Medicina
¿Es la osteopatía realmente segura y efectiva para los recién nacidos? Esta pregunta ha generado debate entre padres, especialistas y autoridades médicas. En un contexto donde muchos buscan tratamientos alternativos, la Academia de Medicina alzó la voz advirtiendo sobre los peligros y la falta de evidencia científica que respalda esta práctica en bebés.
¿Qué es la osteopatía y por qué es polémica?
La osteopatía es una disciplina que busca tratar desequilibrios del cuerpo mediante manipulaciones físicas. En el caso de los bebés, se enfoca en técnicas viscerales y craneales, que prometen aliviar problemas como cólicos, dificultad para alimentarse, ansiedad o incluso ronquidos. Suena tentador, pero según la Academia de Medicina, no hay pruebas sólidas que demuestren que estas intervenciones funcionan o que sean seguras.
Aunque los osteópatas aseguran corregir «problemas ocultos» en los recién nacidos, las afirmaciones suelen carecer de estudios clínicos confiables. La confianza en la osteopatía muchas veces radica en testimonios personales más que en hechos respaldados científicamente.
¿Por qué los padres recurren a estas prácticas?
La fragilidad de un recién nacido puede ser abrumadora para los padres. Frente a problemas comunes como lloriqueos nocturnos o estreñimiento, muchos buscan soluciones rápidas y no invasivas. Aquí entra la osteopatía: una opción que promete alivio sin medicamentos. Además, el marketing y el boca a boca en maternidades y redes sociales hacen que las familias consideren estas terapias como complementos «naturales».
Sin embargo, este es el punto que ha generado preocupación. Según la Academia de Medicina, promocionar la osteopatía en hospitales o centros de salud da la impresión errónea de que es una práctica aprobada y segura, cuando esto no ha sido comprobado del todo.
La falta de evidencia científica
Uno de los argumentos clave de este debate es la ausencia de pruebas concluyentes. ¿Cómo sabemos que algo funciona si no se ha demostrado? La Academia de Medicina insiste en que las manipulaciones osteopáticas en recién nacidos se practican sin un respaldo científico claro. De hecho, estudios realizados en otros contextos (como el alivio del dolor de espalda en adultos) sugieren que los beneficios de la osteopatía son similares a los de un placebo, lo que despierta más dudas al trasladar esta práctica a pacientes vulnerables como los bebés.
Además, los efectos adversos tampoco han sido estudiados en profundidad, lo que plantea una interrogante fundamental: ¿qué tan seguras son estas técnicas para un cuerpo en desarrollo tan delicado?
¿Qué riesgos podrían existir?
Aunque los defensores de la osteopatía infantil la describen como una práctica suave y sin riesgos, se han reportado efectos secundarios en algunos casos. Problemas como hematomas, dolores persistentes o incluso lesiones más graves han sido documentados en adultos, pero apenas se tienen datos sobre recién nacidos.
La Academia de Medicina subraya que los recién nacidos son una población especialmente frágil, por lo que cualquier intervención debe ser cuidadosamente analizada. La recomendación es clara: hasta que no haya pruebas concluyentes, es mejor evitar exponer a los bebés a estas prácticas.
¿Qué proponen los expertos?
Para garantizar la seguridad de los recién nacidos, la Academia sugiere varias medidas importantes:
Educación rigurosa: los osteópatas deberían recibir formación de médicos especializados en pediatría y neonatología.
Regulación estricta: limitar la promoción de estas prácticas en maternidades, evitando confundir a los padres con publicidad inadecuada.
Monitoreo de efectos adversos: llevar un registro detallado de posibles complicaciones para evaluar el verdadero impacto de estas técnicas.
Los expertos también proponen realizar más estudios con metodologías confiables para evaluar la efectividad real de la osteopatía infantil.
¿Es la osteopatía una solución o un riesgo innecesario?
Este debate refleja un problema más grande: la creciente popularidad de las terapias alternativas sin estándares claros. Aunque muchos padres desean lo mejor para sus hijos, someterlos a procedimientos no comprobados puede generar más preocupaciones que soluciones. ¿Realmente vale la pena arriesgarse sin pruebas?
Cuando se trata de la salud de los bebés, los expertos insisten en que es mejor recurrir a tratamientos médicos con evidencia sólida. Si bien la osteopatía puede parecer una opción tentadora, especialmente cuando es recomendada por otros padres o incluso personal de salud, es fundamental priorizar la ciencia sobre las modas.
La osteopatía infantil, aunque popular, está lejos de ser una práctica libre de controversia. Como bien señala la Academia de Medicina, la falta de estudios confiables y los riesgos potenciales hacen que esta terapia no sea adecuada para los recién nacidos. Los padres deben ser cautelosos y buscar siempre la orientación de médicos especializados antes de optar por cualquier tratamiento.
A fin de cuentas, no hay atajos cuando se trata del bienestar de un bebé. Elegir opciones basadas en ciencia permite asegurarles una vida saludable desde sus primeros días.