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Salud

Permanecer más tiempo de pie no compensa los efectos de estar sentado y puede causar problemas circulatorios

El estilo de vida moderno ha llevado a muchas personas a adoptar hábitos sedentarios, ya sea por trabajo o por ocio. Pasar largas horas sentados frente a una computadora o en el sofá puede tener serias repercusiones en la salud. En un intento por contrarrestar estos efectos negativos, algunas personas han optado por permanecer de pie durante sus actividades diarias, creyendo que esto puede mejorar su bienestar. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que estar de pie por períodos prolongados no solo no compensa los riesgos asociados con estar sentado, sino que también puede incrementar el riesgo de problemas circulatorios.

La sedentariedad y sus efectos en la salud

El sedentarismo se refiere a un estilo de vida en el que se realizan pocas actividades físicas. Este fenómeno se ha vuelto común en la sociedad actual, donde muchas personas pasan la mayor parte de su tiempo sentadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la falta de actividad física puede ser un factor de riesgo para diversas enfermedades.

Los efectos del sedentarismo son variados y pueden incluir:

Aumento de peso: la falta de actividad física contribuye a un balance energético positivo, lo que puede resultar en obesidad.

Problemas cardiovasculares: el sedentarismo está asociado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión y accidentes cerebrovasculares.

Problemas musculoesqueléticos: pasar mucho tiempo sentado puede causar dolor en la espalda, cuello y otras partes del cuerpo.

La actividad física regular es fundamental para mantener una buena salud. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana para adultos. Esta actividad no solo ayuda a controlar el peso, sino que también mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.

La alternativa de estar de pie

En los últimos años, los escritorios de pie han ganado popularidad como una solución para combatir los efectos negativos del sedentarismo. Muchas empresas han adoptado esta tendencia, permitiendo que los empleados elijan entre trabajar sentados o de pie.

Los defensores de los escritorios de pie argumentan que permanecer de pie puede:

Aumentar la energía: algunas personas sienten que trabajar de pie les da más energía y concentración.

Mejorar la postura: estar de pie puede ayudar a mantener una mejor alineación corporal en comparación con estar sentado.

Promover el movimiento: estar de pie puede facilitar el movimiento y la actividad a lo largo del día.

Sin embargo, investigaciones recientes han comenzado a cuestionar la efectividad de esta alternativa. Estudios han demostrado que permanecer de pie durante períodos prolongados puede tener efectos adversos en la salud.

Foto Freepik

Problemas circulatorios relacionados con estar de pie

Una de las principales preocupaciones relacionadas con estar de pie durante mucho tiempo es el aumento del riesgo de problemas circulatorios, como:

Varices: estas venas dilatadas y retorcidas pueden aparecer en las piernas debido a la presión prolongada.

Trombosis venosa profunda (TVP): esta condición se produce cuando se forman coágulos de sangre en las venas profundas, lo que puede ser potencialmente mortal si el coágulo se desplaza hacia los pulmones.

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Los síntomas que pueden indicar problemas circulatorios incluyen:

Hinchazón en las piernas: una sensación de pesadez o hinchazón puede ser un signo de mala circulación.

Dolor o calambres: el dolor en las piernas, especialmente al estar de pie, puede ser un indicativo de problemas venosos.

Investigaciones realizadas por la Universidad de Sídney han demostrado que, a largo plazo, estar de pie no mejora la salud cardiovascular y puede aumentar el riesgo de problemas circulatorios. Este hallazgo resalta la necesidad de una mayor actividad física a lo largo del día en lugar de simplemente cambiar la posición de sentado a de pie.

El equilibrio entre sentado y de pie

La clave para una mejor salud no radica únicamente en estar de pie, sino en incorporar movimiento regular a lo largo del día. Esto puede incluir:

Pausas activas: levantarse y moverse cada 30 minutos puede ayudar a mejorar la circulación.

Ejercicio estructurado: realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día, como caminar o hacer estiramientos.

Existen otras opciones que pueden ser más beneficiosas que simplemente estar de pie, tales como:

Escritorios ajustables: permiten alternar entre estar sentado y de pie a lo largo del día.

Sillas ergonómicas: estas sillas están diseñadas para proporcionar un mejor soporte y fomentar una postura saludable.

Estrategias para mejorar la salud circulatoria

Incorporar actividad física en la rutina diaria es esencial para mejorar la salud circulatoria. Algunas recomendaciones incluyen:

Caminatas cortas: hacer caminatas cortas durante el día puede ayudar a activar la circulación.

Ejercicios de resistencia: incluir ejercicios que fortalezcan los músculos de las piernas puede ser beneficioso.

Mantenerse bien hidratado es crucial para la salud circulatoria. La deshidratación puede contribuir a la formación de coágulos sanguíneos. Se recomienda:

Beber suficiente agua: al menos 2 litros al día, o más si se realiza actividad física.

Limitar el consumo de alcohol: el alcohol puede deshidratar el cuerpo y afectar la circulación.

Las medias de compresión pueden ser útiles para aquellas personas que pasan mucho tiempo de pie. Estas medias ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y reducir la hinchazón.

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Dany Levito

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