Cuando vamos a un restaurante, siempre queremos disfrutar de una experiencia culinaria excepcional. Pero, ¿cómo podemos saber si un plato es de buena calidad antes de probarlo? Aunque es posible obtener información sobre el restaurante y sus especialidades antes de ir, existen otros métodos que nos pueden ayudar a tomar decisiones más acertadas.
La importancia de la calidad de los platos
Antes de adentrarnos en los platos que debemos evitar, es importante resaltar la importancia de la calidad de la comida en un restaurante. Aunque es raro encontrar restaurantes realmente malos, no todos los platos son igual de buenos. Algunos pueden tener problemas de calidad o ser excesivamente caros. Por eso, es fundamental saber elegir los platos adecuados para disfrutar al máximo de nuestra experiencia gastronómica.
Platos a evitar
Uno de los platos que debes evitar pedir en un restaurante es la ensalada, especialmente si el restaurante no está especializado en cocina vegetariana, ya que existe el riesgo de que la preparación sea decepcionante y, además, tenga un precio elevado. Por lo tanto, es mejor optar por otros platos que sean más seguros y satisfactorios.
Otro plato que debes evitar es el plato del día. En muchos casos, este plato es una combinación de sobras que el chef no pudo utilizar el día anterior, lo que significa que los ingredientes pueden no estar frescos. Además, debemos tener cuidado con los platos de pescado.
Considera la especialidad del restaurante
Cuando vayas a un restaurante, es recomendable tener en cuenta la especialidad del chef y del establecimiento, puesto que cada chef tiene su propia especialidad y es importante saber si el plato que queremos pedir se ajusta a ella. Esto se puede averiguar fácilmente investigando en internet antes de ir al restaurante. De esta manera, evitaremos decepciones y podremos disfrutar de platos deliciosos y bien preparados.
Platos cremosos y mariscos
Siempre debemos tener cuidado con los platos que contienen ingredientes frescos y cremosos, como la mayonesa, la vinagreta, la crema fresca o el atún. Estos ingredientes no suelen soportar una larga conservación y consumirlos puede llevar a una intoxicación alimentaria. Además, es recomendable esperar a la temporada adecuada para consumir mariscos y optar por restaurantes especializados en este tipo de cocina.
En cuanto a la carne, es importante tener en cuenta que su preparación no es sencilla. Por lo tanto, es aconsejable acudir a un restaurante especializado en platos de carne para asegurarnos de que la calidad y el sabor sean óptimos.
Algunos consejos para comer saludable en un restaurante
- No todos los restaurantes son iguales en términos de opciones saludables. Haz una investigación previa y selecciona un lugar que ofrezca opciones que se alineen con tus objetivos de salud.
- Antes de ir al restaurante, revisa el menú en línea y decide qué vas a pedir. Esto te ayudará a evitar hacer elecciones impulsivas que podrían no ser tan saludables.
- Intenta pedir platos que contengan carnes magras, pescado y un montón de verduras. Evita los platos con salsas pesadas y opta por métodos de cocción más saludables como al vapor o al horno.
- Algunos alimentos y platos son particularmente altos en calorías y grasas. Evita las frituras, los platos con mucha salsa y los postres azucarados. Si te apetece un postre, opta por opciones más saludables como fruta fresca.
- No dudes en preguntar al personal del restaurante cómo se preparan los platos. Algunos métodos de cocción pueden agregar calorías y grasas innecesarias a tu comida. Opta por platos que se cocinen al vapor, a la parrilla o al horno.
- Llegar al restaurante con hambre puede llevarte a tomar decisiones menos saludables. Intenta tomar un snack saludable antes de salir para evitar la tentación de comer en exceso.
- Si hay algo en el menú que te gustaría modificar para que sea más saludable, no dudes en preguntar. Muchos restaurantes estarán dispuestos a adaptar sus platos para satisfacer tus necesidades dietéticas.
- Las bebidas azucaradas pueden añadir muchas calorías vacías a tu comida. Opta por agua o una bebida baja en calorías para mantener tu ingesta de calorías bajo control.
