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Por fin se ha revelado la razón por la que el vino tinto produce las peores resacas

El vino tinto puede ser un placer para el paladar, pero su combinación de congéneres, histaminas, taninos y su impacto en la deshidratación convierte a esta bebida en una de las principales culpables de las peores resacas.

El vino tinto es el favorito de muchos para acompañar una cena especial o relajarse tras un día largo. Pero quienes lo disfrutan con frecuencia saben que las resacas del vino tinto pueden ser brutales. Es más, muchos coinciden en que son mucho peores que las de otras bebidas alcohólicas. Esto siempre ha sido un tema de curiosidad y debate entre aficionados.

¿La causa? Resulta que el vino tinto contiene compuestos como los taninos y las histaminas. Estos, además de aportar su sabor característico, pueden provocar dolor de cabeza, inflamación y malestar. A esto se suma que también tiene más congéneres, subproductos naturales del proceso de fermentación, que agravan los efectos de la resaca.

Por si eso no fuera suficiente, su nivel de alcohol puede engañar a los sentidos por su sabor suave, haciendo fácil pasar del límite sin darse cuenta. Ahora la ciencia nos da respuestas, pero también un recordatorio: beber con moderación sigue siendo clave para evitar las temidas resacas.

Los culpables químicos: congéneres e histaminas

El proceso de fermentación del vino tinto genera compuestos químicos llamados congéneres, responsables de aportar sabor y aroma al vino. Sin embargo, estos mismos compuestos influyen también en los efectos de la resaca. Los congéneres son más abundantes en el vino tinto que en otras bebidas, lo que podría explicar la severidad de los síntomas al día siguiente.

Por otro lado, el vino tinto contiene niveles elevados de histaminas, sustancias presentes naturalmente en las uvas rojas y en otros productos fermentados. Las histaminas pueden desencadenar reacciones en personas sensibles, como dolores de cabeza intensos, congestión nasal y náuseas.

La enzima que no da abasto: ALDH

Cuando consumes alcohol, tu cuerpo lo descompone en un compuesto intermedio llamado acetaldehído, que es tóxico. Normalmente, una enzima conocida como ALDH (aldehído deshidrogenasa) se encarga de descomponer este compuesto. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el vino tinto inhibe parcialmente la acción de esta enzima, dejando al acetaldehído más tiempo en el organismo. Esto intensifica esos síntomas de pesadez, náuseas y dolor de cabeza.

Foto Freepik

¿Y qué pasa con los taninos?

Los taninos son un componente clave del vino tinto. Estas moléculas, que se encuentran en la piel de las uvas, dan al vino su distintiva textura y ese sabor seco que muchos disfrutan. Además, los taninos actúan como antioxidantes naturales, lo que ayuda a conservar el vino y resaltar sus aromas con el tiempo.

Sin embargo, no todos los disfrutan de la misma forma. En algunas personas, los taninos pueden causar dolor de cabeza. Esto ocurre porque estimulan la liberación de serotonina, una sustancia química que, en exceso, podría empeorar los síntomas de la resaca. Aunque no todos experimentan este efecto, es algo que vale la pena tener presente si eres propenso a ese malestar.

La clave también está en la deshidratación

Al igual que otros tipos de alcohol, el vino tinto es un diurético, lo que significa que promueve la pérdida de líquidos. Cuando bebes vino, tu cuerpo elimina más agua de la que ingieres, provocando deshidratación. Esta falta de agua contribuye al malestar general, además de irritar los vasos sanguíneos y empeorar el dolor de cabeza.

Además, la dulzura o la astringencia del vino podría engañarte y hacer que bebas más rápido o en mayor cantidad, aumentando así las probabilidades de una resaca grave.

¿Se puede evitar esta terrible resaca?

No hay soluciones mágicas, pero hay algunos consejos que podrías seguir para minimizar el impacto del vino tinto:

Hidratación constante. Beber agua entre copas puede ayudar a contrarrestar la deshidratación.

Elegir vinos ligeros. Optar por vinos con menos taninos y menor graduación alcohólica puede ser menos agresivo para tu cuerpo.

Consume alimentos. Comer mientras bebes ralentiza la absorción del alcohol.

Lee también:

Conoce tus límites. No todas las personas procesan el vino de la misma forma; identifica qué cantidad es demasiado para ti.

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Dany Levito

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