Salud

¿Por qué las bebidas calientes producen cáncer?

La relación entre las bebidas calientes y el cáncer ha generado preocupación en la comunidad científica en los últimos años. Estudios recientes indican que consumir bebidas a altas temperaturas puede incrementar el riesgo de cáncer de esófago. Cuando ingerimos líquidos muy calientes, este calor puede causar irritación y, eventualmente, inflamación en el tejido del esófago. Mantener este hábito de forma constante podría derivar en una condición más grave, como el cáncer. Por eso, es vital estar informados y tomar precauciones en nuestra dieta diaria.

La relación entre bebidas calientes y cáncer

El consumo de bebidas muy calientes ha sido un tema de interés y preocupación en el ámbito de la salud pública debido a su posible relación con el cáncer. Diversos estudios y organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), han investigado esta posible correlación.

Estudios de la OMS

La OMS ha realizado investigaciones exhaustivas sobre el consumo de bebidas muy calientes y su vínculo con el cáncer de esófago. Según un estudio publicado en 2016 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), las bebidas consumidas a temperaturas superiores a los 65 grados Celsius pueden aumentar el riesgo de cáncer de esófago.

Evidencia epidemiológica: la IARC evaluó múltiples estudios epidemiológicos que mostraron una relación entre el consumo de mate muy caliente y un mayor riesgo de cáncer de esófago, en comparación con el mate a temperaturas más bajas.

Impacto de la temperatura: no es el tipo de bebida en sí, sino la temperatura a la que se consume, lo que incrementa el riesgo. Por ejemplo, el café o el té, cuando se ingieren muy calientes, presentan un riesgo similar.

Investigaciones recientes

Aparte de los estudios de la OMS, investigaciones más recientes también han explorado esta relación y han arrojado resultados interesantes:

Estudio de 2019: investigadores encontraron que beber té muy caliente, a temperaturas superiores a 60 grados Celsius, casi duplica el riesgo de cáncer de esófago. Este estudio, publicado en la revista internacional de cáncer, sugiere la necesidad de dejar enfriar las bebidas antes de consumirlas.

Diferencias en riesgo: otra investigación indicó que el riesgo aumenta significativamente con la frecuencia y cantidad de bebidas calientes consumidas. Aquellos que beben varias tazas de bebidas muy calientes al día tienen un riesgo más alto en comparación con quienes lo hacen ocasionalmente o a temperaturas moderadas.

Contradicciones en la evidencia: a pesar de estos hallazgos, algunos estudios aún cuestionan la solidez de la relación entre bebidas calientes y cáncer. Argumentan que factores como el tabaco y el alcohol podrían también influir y que se necesita más investigación para establecer una conclusión definitiva.

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Mecanismos biológicos implicados

El consumo de bebidas calientes es un hábito común en muchas culturas. Sin embargo, investigaciones recientes han indicado que podría haber un vínculo entre el consumo de estas bebidas y un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de esófago. Aunque pueda parecer inofensivo disfrutar de un café bien caliente, existen mecanismos biológicos específicos que explican por qué esto puede ser peligroso.

Efecto de la temperatura

La temperatura de las bebidas calientes juega un papel crucial en el daño al tejido esofágico. Cuando se ingieren líquidos a temperaturas muy altas, estos pueden causar quemaduras y lesiones en las células que recubren el esófago. Estas microlesiones pueden parecer insignificantes al principio, pero con el tiempo, la exposición continua puede tener efectos perjudiciales a largo plazo.

Daño térmico: las bebidas a temperaturas elevadas pueden causar quemaduras en el recubrimiento del esófago. Este daño repetido puede llevar a una inflamación crónica y hacer que el tejido se vuelva más susceptible a las mutaciones celulares.

Inflamación crónica: las lesiones repetidas pueden causar inflamación crónica en el esófago. La inflamación constante es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de esófago.

Cambios celulares: la inflamación crónica y el daño térmico pueden provocar cambios en las células del esófago, como la metaplasia de barrett, una condición precancerosa en la que las células normales del esófago son reemplazadas por células similares a las del intestino.

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Debilitación del tejido: las constantes quemaduras y el proceso de curación hacen que el tejido esofágico sea más débil y propenso a desarrollar células cancerosas.

Recomendaciones para el consumo

El consumo de bebidas calientes se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de esófago, según algunos estudios. Para minimizar este riesgo, es esencial seguir ciertas recomendaciones para disfrutar de tus bebidas calientes de manera segura.

Temperaturas seguras

La temperatura a la que se consumen las bebidas calientes es crucial para evitar lesiones y reducir el riesgo de cáncer. Según los expertos, se recomienda consumir las bebidas calientes a temperaturas que no excedan los 60 °C. Beber líquidos por encima de esta temperatura puede causar daño al tejido del esófago, lo que a largo plazo incrementa el riesgo de cáncer.

Guía de temperaturas seguras para el consumo de bebidas calientes:

  • Ideal: 60 °C (140 °F)
  • Umbral de riesgo: 65 °C (149 °F) y superior

Alternativas saludables

Si buscas opciones más seguras y saludables que no presenten el mismo riesgo que las bebidas calientes, aquí te presentamos algunas alternativas:

Té verde: conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para aumentar la energía sin los riesgos asociados al café caliente.

Té de hierbas: infusiones como la manzanilla, el jengibre o la menta no solo son seguras sino también beneficiosas para la digestión.

Leche dorada: una bebida hecha con cúrcuma, leche y especias que es tanto nutritiva como reconfortante, perfecta para quienes desean una opción cálida y saludable.

Batidos verdes: mezclas de frutas y vegetales que aportan gran cantidad de nutrientes y pueden ser consumidas a temperaturas frías o templadas.

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Dany Levito

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