¿Por qué las bebidas con electrolitos pueden empeorar tu salud cuando estás enfermo?
Cuando atraviesas una enfermedad, es natural buscar formas de sentirte mejor. Muchas personas optan por bebidas con electrolitos pensando que son una solución rápida, pero, ¿son realmente útiles en este contexto? Aunque estas bebidas tienen beneficios en ciertas situaciones, pueden no ser la mejor opción durante una enfermedad. Aquí te explicamos por qué.
Las bebidas con electrolitos suelen promocionarse como aliadas para mantenerse hidratado, pero su composición puede no ser ideal para todos los casos. Durante enfermedades como diarrea o vómitos, se pierde gran cantidad de líquidos y sales esenciales como sodio, potasio y cloruro. Sin embargo, recurrir a estas bebidas no siempre es lo más adecuado.
¿Qué contienen las bebidas con electrolitos?
En general, las bebidas deportivas están compuestas por agua, carbohidratos (generalmente en forma de azúcar) y varias sales minerales como sodio, potasio, magnesio y calcio. Algunos productos también contienen cafeína o endulzantes artificiales. Su propósito es reponer lo que el cuerpo pierde al sudar durante el ejercicio intenso, no necesariamente lo que necesita cuando estás enfermo.
Por ejemplo, el contenido de azúcar de estas bebidas puede superar los 25 gramos por porción de 350 ml, representando un problema para personas con enfermedades como diabetes. El consumo de altas cantidades de azúcar puede complicar la regulación de los niveles de glucosa en sangre, algo crucial durante la recuperación.
Además, aunque las versiones “sin azúcar” pueden parecer más seguras, usualmente contienen endulzantes artificiales, sustancias que han sido relacionadas con posibles efectos adversos a largo plazo como inflamación, aumento de peso o incluso resistencia a la insulina.
¿Realmente ayudan a la hidratación?
Cuando hablamos de hidratación durante una enfermedad, el objetivo principal es reponer líquidos y evitar un desequilibrio electrolítico severo. Si bien las bebidas con electrolitos son útiles para atletas, su uso para tratar enfermedades podría tener un impacto negativo.
Por ejemplo, las bebidas azucaradas como los refrescos o jugos no son adecuadas, ya que pueden empeorar condiciones como la diarrea debido a su alto contenido de fructosa. La misma lógica aplica a algunas bebidas deportivas, ya que en lugar de estabilizar el sistema digestivo, podrían provocar un incremento en los síntomas, complicando la recuperación.
En casos de deshidratación severa, especialmente en niños o personas mayores, las soluciones de rehidratación oral específicas son una mejor alternativa. Estas contienen una proporción equilibrada de sodio, potasio y carbohidratos para ayudar al cuerpo sin sobrecargarlo con azúcares innecesarios.
Las enfermedades cardiovasculares y los electrolitos
El consumo excesivo de sodio, presente en muchas de estas bebidas, puede influir en la presión arterial. En personas con problemas cardíacos, esto representa un riesgo que no debería ignorarse. Además, el estrés que el calor y la deshidratación generan en el sistema cardiovascular podría agravarse si no se eligen las opciones adecuadas.
Por esta razón, las personas con afecciones como hipertensión o insuficiencia cardíaca deben ser especialmente cautelosas, puesto que el agua sigue siendo la mejor opción para el día a día, ya que permite mantenerse hidratado sin afectar el equilibrio electrolítico del cuerpo.
¿Qué hacer en casos de diarrea o vómitos?
Cuando se trata de enfermedades gastrointestinales, el cuerpo pierde no solo agua sino también nutrientes esenciales. Sin embargo, no todas las bebidas con electrolitos son aptas para estas situaciones. En el caso de los niños, los pediatras suelen recomendar soluciones específicas de rehidratación en lugar de bebidas comerciales, que pueden contener ingredientes no aptos para ellos.
Para adultos, aumentar el consumo de caldos claros, agua o infusiones suaves es una solución segura. Si bien los electrolitos son importantes, es esencial priorizar aquellos productos diseñados específicamente para el reemplazo de líquidos durante una enfermedad.
Evitar las bebidas azucaradas y ricas en carbohidratos es fundamental, ya que estas pueden intensificar síntomas como diarrea o calambres estomacales. Además, reintroducir alimentos sólidos debe hacerse de forma gradual para evitar complicaciones.
¿Cuándo sí son útiles las bebidas con electrolitos?
Estas bebidas tienen su lugar en situaciones específicas, como después de entrenamientos intensos o durante periodos prolongados de ejercicio. El sudor elimina electrolitos que podrían ser difíciles de reemplazar únicamente con agua, por lo que en estos casos, pueden ser de gran ayuda.
Sin embargo, durante enfermedades o hidratación diaria, el agua sigue siendo la opción más natural y segura. En lugar de depender de bebidas comerciales, busca soluciones diseñadas para la salud, o consulta a un médico si necesitas orientación.
Recuerda que cada cuerpo es diferente, y lo que funciona para una persona puede no ser ideal para otra. Si estás enfermo, especialmente con síntomas como vómitos o diarrea prolongada, siempre es mejor consultar a un médico antes de elegir cualquier tipo de bebida. Tu cuerpo te lo agradecerá.