¿Por qué las parejas infelices permanecen juntas?
Explorando los factores psicológicos y socioculturales detrás de una decisión tan compleja ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas parejas permanecen juntas a pesar de ser visiblemente infelices? Este fenómeno es sorprendentemente común, con estudios que revelan que hasta el 50% de los matrimonios terminan en divorcio. Sin embargo, aún hay muchos que eligen permanecer en relaciones insatisfactorias, a veces durante décadas. ¿Qué hay detrás de esta decisión tan compleja y aparentemente contradictoria?
El miedo al cambio: ancla que mantiene unidas a las parejas infelices
Una de las principales razones por las que las parejas infelices permanecen juntas es el miedo al cambio. Según la investigación, las personas con un estilo de apego ansioso tienden a preocuparse excesivamente por la estabilidad de sus relaciones y, por lo tanto, son menos propensas a abandonar una relación insatisfactoria. Incluso aquellos con un estilo de apego más despreocupado pueden aferrarse a una relación por miedo a estar solos.
El miedo al cambio y a la incertidumbre juega un papel fundamental. Muchas personas prefieren permanecer en una situación conocida, por más desagradable que sea, que enfrentar los desafíos de una nueva vida en solitario. Este sentimiento se ve exacerbado por la presión social y cultural que a menudo alienta a las parejas a «luchar por su amor» y permanecer unidas a pesar de las dificultades.
Cuando el amor se desvanece: la evolución y la pérdida del deseo sexual
Otro factor clave detrás de las parejas infelices que permanecen juntas es la dinámica evolutiva que rige las relaciones de pareja. Estudios han demostrado que, mientras que los hombres tienden a mantener su deseo sexual intacto a lo largo de una relación, las mujeres suelen perder el interés sexual después de aproximadamente cuatro años.
Esta diferencia biológica refleja los objetivos evolutivos distintos de hombres y mujeres. Mientras que los hombres buscan asegurar la fidelidad de su pareja, las mujeres tienen como prioridad sellar el vínculo emocional. Una vez que este vínculo se ha establecido, el deseo sexual femenino puede disminuir, dejando a la pareja en una situación de creciente insatisfacción.
Cuando el «para siempre» se convierte en una prisión
Además del miedo al cambio y la dinámica evolutiva, existen otros factores socioculturales que contribuyen a que las parejas infelices permanezcan juntas. Uno de ellos es el ideal del amor romántico, que nos hace creer que debemos luchar «contra viento y marea» para estar con nuestra «alma gemela» para siempre.
Esta visión romántica del amor a menudo nos ciega ante las realidades de una relación insatisfactoria. Muchas personas se aferran a la idea de que deben esforzarse más y «arreglar» su relación, incluso cuando los problemas son irreconciliables. El miedo a «fracasar» en el amor y a decepcionar a familiares y amigos también puede impulsar a las parejas a permanecer juntas.
Hijos, finanzas y posición social: otros motivos para quedarse
Más allá de los factores psicológicos y culturales, existen también consideraciones prácticas que pueden llevar a las parejas a mantenerse unidas a pesar de la infelicidad. Algunos de estos motivos incluyen:
Hijos: muchas parejas deciden permanecer juntas hasta que sus hijos alcancen la edad adulta, con la creencia de que esto es lo mejor para ellos. Sin embargo, esto a menudo termina convirtiendo a los niños en «terapeutas» del matrimonio de sus padres.
Finanzas: la dependencia económica mutua o la preocupación por la estabilidad financiera pueden disuadir a las parejas de separarse, incluso cuando la relación es tóxica.
Posición social: el temor a perder el estatus, los amigos o la posición dentro de la comunidad también puede ser un factor que mantenga a las parejas unidas, a pesar de su infelicidad.
Cuando el «para siempre» se convierte en una prisión
Curiosamente, la investigación ha demostrado que cuando las parejas deciden separarse y encuentran a alguien que también ha dejado a su pareja, la satisfacción en la nueva relación suele ser mayor. Esto se debe a que ambos han enfrentado el miedo al cambio y han logrado superar la incertidumbre.
Por otro lado, permanecer soltero durante un tiempo también puede ser una opción beneficiosa para algunas personas. Este período de «sobriedad de las relaciones» les permite reflexionar, sanar y prepararse para construir una relación más satisfactoria en el futuro.