¿Por qué nuestro cabello es rizado o liso?
La textura del cabello, ya sea rizada, lisa u ondulada, es un atributo fascinante que refleja una combinación de genética y biología. Aunque solemos enfocarnos en su apariencia, el proceso detrás de la forma del cabello es fascinante. ¿Por qué algunos tienen rizos rebeldes mientras otros disfrutan de una melena completamente lisa? Hoy lo descubrimos.
La clave está en el folículo piloso
El aspecto de tu cabello comienza desde su formación dentro del cuero cabelludo. Cada cabello nace en un folículo piloso, una estructura situada en la dermis. La forma de este folículo es crucial: si es redondo, dará lugar a un cabello liso; si es ovalado, producirá rizos.
Imagina el folículo como un molde. Cuando el cabello crece y atraviesa un folículo redondeado, las hebras tienden a ser rectas porque no enfrentan ninguna curva. Pero un folículo más aplanado crea una ruta desigual que hace que el cabello se curve o forme ondas.
Los genes determinan tu melena
La genética tiene un papel protagonista. Los genes que controlan la producción de proteínas como la queratina y la tricosionina influyen en la textura del cabello. Estas proteínas forman enlaces químicos, como los enlaces de disulfuro, que unen las fibras capilares. Si los enlaces de disulfuro están rectos, el cabello será liso. Pero si están distribuidos de forma irregular, resultarán en rizos u ondas.
Por ejemplo, una mutación en el gen TCHH puede causar cabello más liso, mientras que variaciones en otros genes pueden generar diferentes tipos de textura. Estos cambios genéticos son también el motivo por el cual ciertas características del cabello son comunes en regiones específicas del mundo.
¿Puede el entorno cambiar tu cabello?
Aunque la genética es dominante, el ambiente no se queda al margen. Factores como el estrés, los cambios hormonales, la humedad e incluso la dieta pueden modificar la apariencia de tu cabello con el tiempo. Por ejemplo, durante el embarazo o debido a tratamientos médicos, hay quienes notan que su cabello liso empieza a formar ondas… o al revés.
Además, las condiciones climáticas afectan el comportamiento del cabello. El pelo rizado, por ser más poroso, tiende a retener más humedad del ambiente, lo que puede hacerlo más voluminoso en climas húmedos. Por otro lado, el cabello liso suele ser más propenso a la grasa porque el sebo producido por el cuero cabelludo se distribuye más fácilmente.
Ciencia detrás de los rizos
El cabello rizado tiene una estructura interna más compleja. Las proteínas de queratina están dispuestas de forma asimétrica, formando curvas naturales. Estas curvas son reforzadas por los mencionados enlaces de disulfuro, que no están alineados de forma paralela.
En contraste, el cabello liso tiene una distribución regular de queratina y enlaces químicos. Esta alineación contribuye a que las hebras sean suaves y rectas, lo que también les otorga un aspecto más brillante. Pero todo tiene sus pros y contras: mientras el cabello liso puede parecer sedoso, suele necesitar más esfuerzo para evitar que se engrase.
¿Puede cambiar la textura del cabello con la edad?
Sí, y más común de lo que crees. Al nacer, muchos bebés tienen un tipo de cabello que puede cambiar radicalmente al crecer. Esto ocurre cuando los folículos pilosos se transforman con la edad, afectando su forma y estructura.
También es común que las texturas cambien en la adultez debido a procesos como la menopausia, el envejecimiento o enfermedades autoinmunes. En ocasiones, los folículos pierden su capacidad para mantener la textura original.
¿Y qué hay del cuidado del cabello?
El cuidado del cabello debe ajustarse a su textura natural para mantenerlo saludable. Por ejemplo, el cabello rizado necesita más hidratación porque es más propenso a la sequedad. En cambio, el cabello liso requiere productos que controlen la producción de grasa.
Los tratamientos químicos como alisadores o permanentes rizadas cambian la estructura del cabello al modificar cómo se comporta su textura natural. Sin embargo, recuerda que estos cambios no son permanentes. Eventualmente, el cabello volverá a reflejar su estado original, guiado por tu genética. Incluso con retoques frecuentes, el crecimiento del cabello nuevo seguirá respetando tus características hereditarias.
El origen de la textura de nuestro cabello, ya sea liso o rizado, es una mezcla única de genética, biología y ambiente. Desde la forma de los folículos pilosos hasta los factores hormonales, cada detalle tiene un impacto. Aunque no podemos cambiar nuestra genética, entender estos procesos nos ayuda a valorar y cuidar mejor nuestro cabello, sea cual sea su textura. ¿Tu cabello es liso o rizado? Dale el cuidado que se merece y siéntete orgulloso de su singularidad.