Por qué respirar por la boca podría ser perjudicial para la salud
Aunque parecería algo simple, las consecuencias de este hábito pueden ser más serias de lo que pensamos. Aquí te contamos por qué.

Respirar es una función vital que normalmente pasa desapercibida. Sin embargo, el hecho de respirar por la boca en lugar de por la nariz puede tener consecuencias negativas para la salud.
Al inhalar por la nariz, el aire no solo se filtra de partículas como polvo, polen o alérgenos, también se calienta y humedece antes de llegar a los pulmones, protegiendo los tejidos respiratorios y favoreciendo el intercambio de oxígeno.
Además, las fosas nasales producen óxido nítrico, una molécula que mejora la circulación y aumenta la absorción de oxígeno. Respirar exclusivamente por la boca omite estos procesos, causando varias complicaciones para el cuerpo.
Consecuencias negativas de respirar por la boca
Respirar por la boca de manera habitual no es un simple mal hábito. Esta práctica conlleva diversos problemas de salud, tanto a nivel local como general.
Problemas de salud bucal
La respiración bucal seca la saliva, dejando la boca más vulnerable a bacterias. Esto puede derivar en:
- Caries dentales debido a la falta de protección de la saliva.
- Enfermedades en las encías, como gingivitis o periodontitis.
- Mal aliento persistente, provocado por la proliferación bacteriana.
- Desalineación dental, especialmente en niños, ya que la posición abierta de la boca puede alterar el desarrollo dental.
Cambios en la estructura facial y dental
En los niños, la respiración bucal a largo plazo puede alterar la forma del rostro. Es común observar mandíbulas retraídas, dientes torcidos y un paladar más estrecho. Estos cambios no solo afectan la apariencia, también pueden dificultar la función adecuada de masticación y habla.
Consecuencias en el sueño y la energía
Respirar por la boca durante la noche suele empeorar problemas como ronquidos o apnea del sueño. Estas interrupciones en el descanso pueden causar fatiga crónica, dificultad para concentrarse y niveles reducidos de energía durante el día.
Causas comunes de la respiración bucal
No siempre se trata de un hábito voluntario. Muchas veces, respirar por la boca es el resultado de factores físicos o médicos que dificultan el uso correcto de la nariz.
- Congestión nasal crónica causada por alergias, sinusitis o resfriados frecuentes.
- Desviación del tabique nasal o pólipos que bloquean las fosas nasales.
- Amígdalas o adenoides inflamadas, especialmente en niños.
- Malas posturas y hábitos orales, como morderse las uñas o succionar el pulgar.
Cómo detectar la respiración bucal
Este problema puede pasar desapercibido si no se presta atención a los síntomas. Algunas señales de alerta comunes incluyen:
- Dormir con la boca abierta.
- Ronquidos habituales.
- Despertarse con la boca seca o dolor de garganta.
- Sensación de obstrucción nasal constante.
- Fatiga o sueño durante el día.
Si reconoces alguno de estos síntomas, lo ideal es consultar a un médico o dentista para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
Tratamientos y soluciones
Afortunadamente, hay maneras de corregir este problema. El primer paso es identificar qué lo está causando. Si la respiración bucal es consecuencia de una obstrucción nasal, pueden recomendarse tratamientos como:
- Sprays nasales o medicamentos antihistamínicos para reducir la inflamación.
- Ejercicios de terapia miofuncional para mejorar los patrones respiratorios.
- En casos más severos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir problemas estructurales como una desviación de tabique.
Además, los dentistas juegan un papel clave al tratar el impacto en los dientes y la alineación mandibular. Un ortodoncista puede recomendar aparatos especiales para ayudar a guiar el crecimiento facial en los niños.
Si notas señales de alerta, no lo ignores. Un simple cambio en el modo de respirar puede marcar una gran diferencia en tu bienestar.
