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Estilo de vida

¿Pueden las tareas domésticas reemplazar al gimnasio? La respuesta te sorprenderá

Más allá de mantener la casa impecable, las tareas del hogar pueden contribuir a tu salud física y mental, incluso llegando a considerarse como una forma de ejercicio moderado. Aquí te explicamos cómo estas actividades diarias esconden múltiples beneficios inesperados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana para prevenir enfermedades crónicas. Según investigaciones recientes, algunas tareas del hogar, como trapear, barrer o limpiar ventanas, califican dentro de esta categoría debido a su impacto en el cuerpo.

El Dr. Michael Mosley, conocido por su serie de la BBC Confía en mí, soy médico, analizó esta conexión y encontró que trabajos cotidianos como trapear no solo queman calorías, sino que también fortalecen músculos clave. Además, romper grandes tareas en pequeñas actividades diarias potencia el impacto en la salud, ya que los beneficios del movimiento pueden durar hasta 14 horas después de la actividad.

Los beneficios físicos escondidos en las tareas diarias

Mientras realizas tareas comunes como limpiar, organizas y, sin darte cuenta, ejercitas varias partes del cuerpo. Pero, ¿cómo sucede esto de manera práctica?

  • Mejora de la flexibilidad: acciones como limpiar ventanas o alcanzar estanterías altas ayudan a mantener los hombros activos y mejoran la movilidad articular. Incluso, al pararte de puntillas para llegar a lugares elevados, fortaleces tus pantorrillas. Pequeños movimientos como estos contribuyen a un cuerpo más ágil.
  • Fortaleza en piernas y muslos: actividades como agacharte para organizar cajones bajos o cargar el lavavajillas son perfectas para fortalecer los músculos de las rodillas y los muslos. Incluye pequeños movimientos de sentadillas para incrementar el efecto y aprovechar aún más estas tareas.
  • Equilibrio y estabilidad: al barrer o trapear, tu cuerpo trabaja de manera natural para mantener el equilibrio, involucrando músculos estabilizadores de la espalda y el abdomen. Con el tiempo, esto puede traducirse en una mejor postura y coordinación.

Tareas del hogar y la salud del cerebro

Según un estudio realizado en Canadá, actividades como cocinar, limpiar o hacer compras están vinculadas a cambios positivos en el hipocampo, una región cerebral crucial para la memoria y el aprendizaje. El estudio también destacó mejoras en el lóbulo frontal, asociado con funciones cognitivas como la planificación y la toma de decisiones.

Las tareas domésticas, por requerir organización y concentración, fortalecen las conexiones neuronales. Además, las personas que pasan más tiempo realizando estas actividades suelen reducir el tiempo que pasan sentadas, minimizando riesgos asociados con el sedentarismo.

Foto Freepik

Calorías quemadas mientras limpias

Dependiendo de la intensidad y la duración de las tareas, la cantidad de calorías que quemas puede sorprenderte. Por ejemplo, trapear durante una hora puede consumir entre 200 y 300 calorías, casi lo mismo que caminar a paso rápido. Ordenar habitaciones o limpiar superficies puede parecer menos exigente, pero si agregas ritmo o trabajas en posturas correctas, el impacto se eleva.

Ponte calzado antideslizante y evita usar demasiado jabón y agua al limpiar para prevenir accidentes. Además, un mango largo en tus herramientas, como escobas o trapeadores, te ayudará a mantener una postura adecuada y evitar dolores musculares.

Es importante aclarar que, aunque las tareas del hogar ofrecen beneficios notables, no necesariamente reemplazan un entrenamiento completo. Mientras que son una gran forma de mantenerse activo diariamente, el ejercicio formal en un gimnasio o a través de deportes suele ser más específico y diverso en cuanto a sus beneficios.

Sin embargo, para quienes buscan mantenerse activos sin complicarse con rutinas intensivas, las tareas domésticas son una solución práctica. Y lo mejor: no necesitas equipo especial ni membresías costosas.

Cómo maximizar los beneficios

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Para obtener el máximo provecho de estas actividades, concéntrate en la postura y la técnica. Por ejemplo, al limpiar ventanas, mantén una ligera distancia de la superficie y adopta una posición de embestida para evitar tensiones en la espalda baja. Si tienes dificultades para agacharte, usa un taburete pequeño o siéntate mientras trabajas en zonas bajas.

Rompe las tareas en bloques más pequeños y distribúyelos a lo largo de la semana. Esto no solo hace que el trabajo sea más manejable, sino que permite que tu cuerpo se beneficie de manera constante.

Así que la próxima vez que tomes un trapeador o limpies un estante, piensa que no solo estás cuidando tu casa, también estás invirtiendo en tu salud física y mental. ¿Por qué no aprovechar cada momento como una oportunidad para mejorar? ¡El ejercicio está más cerca de lo que crees, justo en el corazón de tu hogar!

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Veronica Pereira

Veronica siempre ha tenido una pasión por la escritura desde su infancia; hija del padre de un médico y madre naturópata, siempre ha estado inmersa en remedios naturales; se ha convertido en correctora/editora de libros de medicina y escritora independiente para blogs que tratan sobre medicina en general o sobre prevención en particular.

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