La torsión testicular es una afección que involucra los testículos, las glándulas que forman parte de los órganos reproductivos masculinos. Los testículos tienen la función de producir espermatozoides y la hormona testosterona. Anatómicamente, están cubiertos por una fina membrana y se encuentran ubicados en el escroto. El cordón espermático, que contiene los vasos sanguíneos que llevan la sangre al testículo, es el elemento que conecta el testículo con el escroto. Cuando este cordón espermático se tuerce, se interrumpe el flujo sanguíneo, lo que impide el correcto funcionamiento de la glándula. Una intervención rápida es necesaria para asegurar su supervivencia.
Esta condición afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes, entre los 12 y 15 años de edad. En la mayoría de los casos, solo uno de los dos testículos se ve afectado.
Síntomas de la torsión testicular
Independientemente de la edad, ya sea un bebé, un adolescente o un adulto, los síntomas de la torsión testicular pueden manifestarse de manera similar. Lo más importante es que, al percibir uno o más de estos signos, se consulte de inmediato a un médico, ya que la torsión testicular se considera una urgencia quirúrgica.
En el caso de los bebés, se pueden observar lloros repentinos e inusuales, así como el escroto rojo, hinchado y sensible al tacto.
Los adolescentes pueden experimentar un dolor súbito y agudo en uno de los testículos, que puede irradiarse hacia la ingle y la parte baja de la espalda, dificultando sus movimientos y actividades diarias. También pueden sentir malestar general, acompañado de náuseas y vómitos. Estos síntomas pueden presentarse tanto durante la noche como durante el día.
Causas de la torsión testicular
La principal causa de la torsión testicular es una anomalía anatómica: el testículo no se fija correctamente dentro del escroto durante las primeras etapas del desarrollo del bebé. Este riesgo es mayor en bebés recién nacidos y en adultos mayores de 40 años.
Además, se han identificado algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una torsión testicular, como:
- Actividad sexual o masturbación
- Golpes o traumatismos en el área del escroto
- Movimientos bruscos
- Práctica de ciclismo a alta intensidad
Complicaciones de la torsión testicular
Si la torsión testicular no se diagnostica y trata rápidamente, puede provocar la pérdida del testículo debido a la interrupción del flujo sanguíneo. Según estudios, hay un 90% de probabilidades de poder conservar el testículo si se actúa dentro de las primeras 6 horas. Estas probabilidades disminuyen drásticamente a medida que pasa el tiempo: 70% entre 6 y 12 horas, 20% entre 12 y 24 horas, y menos del 10% después de 24 horas.
Estas cifras resaltan la urgencia de esta afección, no solo para el funcionamiento normal de los órganos reproductivos, sino también para la fertilidad futura. Por lo tanto, es crucial que los padres estén atentos a cualquier cambio en la forma de caminar o postura de sus hijos adolescentes, y los alienten a comunicar cualquier síntoma que puedan presentar.
Tratamiento de la torsión testicular
Ante los primeros signos de torsión testicular, es fundamental contactar de inmediato al servicio de emergencias médicas. Como se mencionó anteriormente, la torsión testicular debe abordarse en las primeras 6 horas después de la aparición de los síntomas para asegurar la supervivencia del testículo y preservar la fertilidad.
El tratamiento de la torsión testicular implica una intervención quirúrgica. En caso de duda, el cirujano procederá a abrir el escroto para verificar la integridad del testículo. Si se confirma la torsión testicular, el procedimiento se desarrolla de la siguiente manera:
- Restablecimiento del flujo sanguíneo: el cirujano desenreda el testículo y verifica que la circulación sanguínea se haya reanudado de manera satisfactoria. Para evitar una nueva torsión, el médico fija el testículo afectado al escroto mediante un hilo de sutura. Este hilo permanecerá de manera permanente, sin causar molestias ni dolor.
- Extirpación del testículo: si el testículo ha estado demasiado tiempo privado de riego sanguíneo y no puede ser preservado, el cirujano procederá a su extirpación (orquiectomía). En el caso de bebés aún no nacidos, el médico puede optar por dejar el testículo, ya que existe la posibilidad de que las células aún puedan funcionar. Si se realiza la extirpación del testículo, se puede colocar una prótesis por razones estéticas.
Consecuencias de la torsión testicular en la vida sexual
Si se ha extirpado un testículo debido a una torsión testicular, la vida sexual no se ve afectada, ya que el otro testículo puede asumir la producción de testosterona necesaria. Sin embargo, es natural cuestionarse sobre las consecuencias de la extirpación de un testículo en la fertilidad.
Un estudio israelí realizado en 273 pacientes mayores de 25 años que se sometieron a orquidopexia (fijación del testículo) u orquiectomía (extirpación del testículo), reveló que después del seguimiento, la tasa de embarazo alcanzó el 91% tras la extirpación del testículo y el 90% después de la fijación de la glándula al escroto. Solo 6 personas fueron declaradas infértiles. Aunque se necesitan más estudios para confirmar o refutar esta tendencia, el estudio sugiere que la torsión testicular no parece tener un impacto negativo en la capacidad de los hombres para procrear después de haber sufrido esta afección.
Seguimiento después de la torsión testicular
Tras una torsión testicular, existe el riesgo de que el testículo se atrofie. Se establece un seguimiento médico regular para controlar la evolución. Esta atrofia ocurre con más frecuencia en recién nacidos, cuya anatomía evoluciona rápidamente. Si ya he sufrido una torsión testicular, mi médico me prescribirá ecografías periódicas para verificar que todo esté marchando bien.
