¿Qué ingredientes deben tener las cremas faciales de primavera y verano?

Vitamina F

La vitamina F es Eficaz para fortalecer la barrera de la piel. También se conoce como ácido linoleico, un ácido graso esencial que se encuentra en los aceites de rosa mosqueta, girasol, oliva y linaza. Es rico en omega y ayuda a mantener la barrera lipídica de la piel fuerte y proporciona una tez de aspecto saludable.

Niacinamida

La niacinamida es esencial para iluminar e hidratar la piel, también es eficaz como tratamiento contra el acné, reduciendo la grasa y promoviendo la producción de brillo, hidratación y colágeno. Además, es eficaz como tratamiento anti-manchas.

Ácido mandélico

El ácido mandélico es un exfoliante, derivado de la fruta, que elimina las células muertas y deja la piel renovada. Teniendo una grande estructura molecular, no penetra profundamente en la piel como otros ácidos y también es perfecta para pieles sensibles. También es eficaz como anti-manchas y para cicatrices de acné.

Aceite de marula

Es un aceite rico en antioxidantes y omega y además contiene cuatro veces más vitamina C que los cítricos. Es recomendable para pieles sensibles, es antimicrobiano, no irrita y no obstruye los poros, por lo que también es eficaz para las pieles grasas.

Cobre

Si la plata es popular en el cuidado de la piel debido a sus propiedades antibacterianas, el cobre, menos conocido, le da brillo a la piel. Muchos estudios han demostrado que los péptidos de cobre son un eficaz antioxidante y antiinflamatorio contra la contaminación y el estrés.

Retinol

También conocida como vitamina A y se ha revalorizado mucho recientemente. Conocido por causar sequedad en la piel, pero las nuevas fórmulas lo han hecho más “inofensivo” y sigue siendo un excelente producto antienvejecimiento. Aumenta la renovación celular y estimula la producción de colágeno, pero en verano se debe usar preferiblemente por la noche y siempre acompañado de un filtro UV durante el día.

Escualeno

Excelente humectante, ideal para pieles sensibles y secas. De origen vegetal, se obtiene de las aceitunas o de la caña de azúcar y es muy popular porque es ligero y no graso. Su capacidad para regular la producción de sebo lo convierte en una opción ideal incluso para las personas con piel grasa.