La sexualidad humana es tan variada y única como las personas mismas. Dentro del espectro LGBTQ+, el término se utiliza para describir a quienes experimentan una orientación sexual fluida y cambiante. Esta identidad, aunque menos conocida, da palabras a una experiencia que muchos atraviesan pero no siempre saben cómo definir. ¿Qué significa realmente ser abrosexual? Hoy lo detallamos.
Una sexualidad en constante cambio
El término abrosexual proviene del griego «abro», que significa «delicado» o «gracioso», y destaca la naturaleza cambiante de esta orientación. Quienes se identifican no sienten atracción fija hacia un género o grupo de géneros. En cambio, sus atracciones pueden cambiar con el tiempo, en patrones que pueden ser regulares o totalmente impredecibles.
Por ejemplo, una persona abrosexual podría sentirse atraída hacia ciertos géneros durante semanas o meses, y luego experimentar un cambio significativo hacia otros géneros, o incluso experimentar fases donde no sienta atracción sexual en absoluto.
¿En qué se diferencia de otras orientaciones?
La fluidez de la abrosexualidad la distingue de otras orientaciones como la pansexualidad o la bisexualidad, donde la atracción generalmente se mantiene constante hacia múltiples géneros. En contraste, implica una fluctuación continua.
Además, mientras que un individuo bisexual suele sentir atracción hacia dos o más géneros de manera estable, puede identificarse como heterosexual, homosexual y luego asexual en diferentes momentos de su vida.
Es importante no confundir abrosexualidad con asexualidad. Aunque ambos términos pueden superponerse, la esencia radica en el cambio constante de la atracción, no en su ausencia.
¿Cómo saber si eres abrosexual?
Reconocer si se es abrosexual puede ser complejo, principalmente porque esta identidad no es tan conocida como otras en el espectro LGBTQ+. Quienes se identifican de esta manera a menudo expresan que cada día puede ser distinto en cuanto a su identidad sexual o el nivel de atracción que sienten.
Por ejemplo, alguien podría sentirse completamente atraído por un género en particular durante varios meses y luego darse cuenta de que su atracción cambia de forma gradual o abrupta. Estos cambios pueden llevar a confusión, especialmente si la sociedad o el entorno cuestionan la validez de estos sentimientos. La constante autoexploración es clave para entender esta orientación.
¿La abrosexualidad forma parte del espectro asexual?
Sí y no. Aunque a veces la abrosexualidad se asocia con el espectro asexual, son dos conceptos diferentes. Dentro del espectro asexual, existen etiquetas como demisexual, que describe a quienes solo sienten atracción sexual después de establecer una conexión emocional profunda. Por otro lado, pueden oscilar entre la falta de atracción sexual (similar a lo que sienten los asexuales) y períodos de atracción intensa hacia uno o varios géneros.
Esto significa que una persona abrosexual puede identificarse, por ejemplo, como bisexual en un momento dado y como asexual en otro. Dicha flexibilidad no tiene reglas estrictas y varía ampliamente de una persona a otra.
¿Cómo afecta la abrosexualidad a las relaciones personales?
Las relaciones románticas o sexuales pueden ser un desafío para alguien abrosexual, especialmente si sus parejas no conocen, entienden o aceptan esta fluidez. Algunas personas abrosexuales prefieren relaciones más abiertas o sin etiquetas, mientras otras optan por compromisos a largo plazo con parejas que respetan su naturaleza cambiante.
Por otro lado, algunas personas abrosexuales podrían temer expresarse plenamente por miedo al juicio o a la incomprensión. Sin embargo, reconocer y aceptar esta identidad puede abrir la puerta a relaciones más auténticas y satisfactorias.
La importancia de visibilizar la abrosexualidad
Al igual que otras orientaciones menos conocidas, la abrosexualidad necesita visibilidad para ayudar a quienes la viven a encontrar empatía y apoyo en la sociedad. Tener términos específicos como este permite que más personas pongan nombre a sus emociones y vivencias.
Además, la bandera abrosexual, con franjas verdes, blancas y rosadas, se creó para representar esta identidad. Aunque no es tan conocida como otras banderas LGBTQ+, es un símbolo importante para quienes buscan pertenencia y aceptación.
Ser abrosexual significa vivir en un constante flujo de atracción, donde la sexualidad no es algo fijo, sino cambiante y dinámico. Esta orientación desafía las ideas preconcebidas sobre la estabilidad de la sexualidad humana, pero también añade una capa de autenticidad y autoexploración. Aceptar esta fluidez puede ser liberador, tanto para quienes se identifican como abrosexuales como para la sociedad en general. Entender y respetar estas experiencias es un paso más hacia la diversidad y la inclusión plena.
