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Quién no debería tomar café según Harvard

El café es una de las bebidas más populares y disfrutadas en todo el mundo. Su aroma inconfundible y sus propiedades estimulantes lo han convertido en una parte integral de la rutina matutina de millones de personas. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la prestigiosa Universidad de Harvard ha revelado que no todas las personas deberían consumir café de manera irrestricta. De hecho, existen ciertos grupos poblacionales que podrían enfrentar riesgos para su salud al beber café en exceso.

Los beneficios del café: una visión general

Antes de adentrarnos en los grupos que deben evitar el café, es importante reconocer los numerosos beneficios que esta bebida puede aportar a la salud cuando se consume de manera moderada. Según múltiples estudios, el consumo moderado de café, definido como entre 3 y 5 tazas diarias, se asocia con:

Menor riesgo de enfermedades cardiovasculares: investigaciones indican que los bebedores de café moderados tienen aproximadamente un 15% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas.

Mejora de la función cognitiva: la cafeína presente en el café actúa como un estimulante del sistema nervioso central, lo que puede mejorar la concentración, el estado de alerta y el rendimiento cognitivo.

Reducción del riesgo de diabetes tipo 2: diversos estudios sugieren que el café puede contribuir a la prevención de esta enfermedad metabólica al mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre.

Efectos antioxidantes: el café contiene compuestos antioxidantes que pueden ayudar a combatir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Estos beneficios, sin embargo, deben equilibrarse con los posibles riesgos que el consumo excesivo de café puede representar para ciertos grupos de personas, como veremos a continuación.

Personas con estrés o ansiedad

Uno de los grupos que Harvard destaca como particularmente susceptibles a los efectos negativos del café son las personas que sufren de estrés o ansiedad. Según los expertos, el consumo elevado de café, es decir, más de 3 o 4 tazas diarias, puede ser perjudicial para este grupo.

El café, al ser un estimulante, puede provocar alteraciones en el pulso, taquicardias, temblores en las manos y otras partes del cuerpo, e incluso desencadenar ataques de pánico o ansiedad graves. Esto se debe a que el café actúa sobre el sistema nervioso central, exacerbando los síntomas de estrés y ansiedad en algunas personas.

Por lo tanto, para aquellos que luchan con problemas de salud mental, es importante moderar el consumo de café y, de ser posible, optar por alternativas menos estimulantes, como el té o el café descafeinado.

Personas con problemas para conciliar el sueño

Otro grupo que debe tener cuidado con el consumo de café son las personas que tienen dificultades para dormir. Según los expertos de Harvard, el café puede hacer efecto hasta cinco o seis horas después de haberlo ingerido, lo que puede dificultar el sueño, especialmente si se consume tarde en el día.

En estos casos, los especialistas recomiendan evitar el consumo de café después de las 6 de la tarde, ya que puede perjudicar la calidad del sueño y, en consecuencia, afectar el rendimiento y la salud general durante el día.

Es importante que las personas con problemas de insomnio presten atención a cómo el café impacta su ciclo de sueño y ajusten su consumo en función de sus necesidades individuales.

Foto Freepik

Personas con hipertensión

Según el estudio de Harvard, otro grupo que debe limitar el consumo de café son las personas que tienen dificultades para controlar su presión arterial, es decir, los hipertensos.

La cafeína presente en el café puede causar un pequeño incremento transitorio de la presión arterial. Esto puede ser especialmente problemático para aquellos que ya tienen problemas para mantener sus niveles de presión bajo control.

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Sin embargo, el experto Enrique Galve, presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), aclara que un hipertenso bien controlado puede tomar café, siempre y cuando lo haga de manera moderada.

Mujeres embarazadas y en lactancia

Las mujeres embarazadas y en período de lactancia son otro grupo que debe tener especial cuidado con el consumo de café, según los expertos de Harvard.

Durante el embarazo, la cafeína presente en el café pasa a través de la placenta al feto y se ha asociado con la pérdida del embarazo y el bajo peso al nacer. Por este motivo, los especialistas recomiendan que las embarazadas consuman menos de 200 mg de cafeína al día, lo que equivale aproximadamente a 2 tazas de café.

En el caso de las mujeres en período de lactancia, el café también puede afectar al bebé a través de la leche materna, por lo que se aconseja mantener un consumo moderado o, en su defecto, optar por el café descafeinado.

Personas con problemas digestivos

El café también puede ser problemático para aquellas personas que sufren de problemas digestivos, como gastritis o úlceras estomacales.

Según los expertos, el café tiene un efecto laxante muy potente y puede ser muy agresivo con el estómago. De hecho, es común que las personas que consumen café en exceso experimenten ardores, vómitos, diarrea y náuseas.

Además, en el caso de las personas con úlceras, consumir café con el estómago vacío puede provocar un intenso dolor, ya que el café solo y en ayunas puede ser muy indigesto.

Por lo tanto, este grupo de personas debe limitar o evitar el consumo de café, especialmente si presentan síntomas gastrointestinales.

Alternativas saludables para los grupos sensibles a la cafeína

Para aquellos grupos que deben evitar o limitar el consumo de café debido a sus condiciones de salud, los expertos de Harvard recomiendan optar por el café descafeinado como una alternativa más saludable.

El café descafeinado contiene aproximadamente 2 mg de cafeína por taza, en comparación con los 90 mg presentes en una taza de café regular. Esto lo convierte en una opción mucho más apropiada para personas sensibles a la cafeína, como las mujeres embarazadas, las que sufren de problemas de sueño o aquellas con afecciones estomacales.

Además, el café descafeinado aún conserva propiedades antioxidantes y beneficios para la salud similares a los del café con cafeína, lo que lo convierte en una alternativa viable y saludable.

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Dany Levito

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