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¿Quieres fortalecer tu core? Olvídate de los abdominales

Un core fuerte es esencial para mantener una buena postura, prevenir lesiones y mejorar el rendimiento físico. Sin embargo, los abdominales tradicionales no siempre son la mejor opción.

¿Por qué evitar los abdominales tradicionales?

A pesar de ser populares, los abdominales tradicionales pueden ser menos beneficiosos de lo que parecen. Este ejercicio implica flexionar repetidamente la columna, lo cual ejerce presión en las vértebras y discos intervertebrales. Con el tiempo, este movimiento repetitivo podría causar desgaste en la columna o dolor lumbar. Además, los abdominales suelen enfocarse en el recto abdominal, descuidando otros músculos importantes. Fortalecer únicamente una parte del core puede generar desbalances musculares, lo que aumenta el riesgo de lesiones. Por ello, resulta más efectivo trabajar todo de manera uniforme.

¿Qué compone el core abdominal?

El core no se limita a los abdominales. Este grupo incluye una variedad de músculos que estabilizan y sostienen el cuerpo. Entre los principales destacan:

Recto abdominal: el músculo frontal que forma los «cuadritos».

Oblicuos internos y externos: situados a los lados del abdomen, ayudan a rotar y flexionar el torso.

Transverso abdominal: el músculo más profundo, encargado de la estabilidad central.

Músculos de la espalda baja: como el erector de la columna, que soporta la postura.

Suelo pélvico y diafragma: clave para estabilizar la pelvis y controlar la respiración.

Trabajar de manera equilibrada todos estos músculos es esencial para construir un core  funcional y resistente.

Alternativas efectivas a los abdominales

Afortunadamente, existen opciones más seguras y completas para trabajar el core. Estos ejercicios no solo fortalecen los músculos, sino que también mejoran la estabilidad y el equilibrio:

Plancha (Plank)

La plancha es un ejercicio simple pero desafiante. Implica sostener el cuerpo en línea recta, activando el core, los hombros y las piernas. Algunas variaciones incluyen:

Plancha lateral: enfoca los oblicuos.

Plancha con levantamiento de piernas: añade intensidad al movimiento.

Para realizarla correctamente, asegúrate de mantener una postura recta, sin dejar caer las caderas ni arquear la espalda.

Puente de glúteos

Aunque este ejercicio parece enfocarse solo en las caderas, este también trabaja intensamente para mantener la estabilidad. Acuéstate boca arriba, flexiona las rodillas y eleva las caderas hacia el techo. Mantén la posición unos segundos antes de bajar lentamente.

Bird-Dog

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Este movimiento combina estabilidad y equilibrio. Desde una posición a cuatro patas, extiende un brazo y la pierna opuesta, manteniendo la zona abdominal comprometida. Alterna los lados y evita balancearte.

Dead Bug

El dead bug es ideal para trabajar el core sin ejercer presión en la espalda. Acuéstate boca arriba, levanta brazos y piernas hacia el techo, y mueve lenta y controladamente una extremidad a la vez, manteniendo la espalda pegada al suelo.

Rotaciones con banda elástica

Usar bandas elásticas ayuda a trabajar los oblicuos y el transverso abdominal. Sujeta la banda al nivel del pecho y realiza rotaciones controladas de lado a lado. Este ejercicio simula movimientos funcionales usados en deportes y actividades diarias.

Foto Freepik

Beneficios de trabajar el core abdominal

Un core fuerte tiene múltiples beneficios que van más allá del aspecto físico:

Mejor postura: un core estable previene encorvamientos y alivia la presión en la columna.

Mayor equilibrio: actividades que requieren estabilidad, como correr o levantar peso, mejoran notablemente.

Prevención de lesiones: los músculos de esta zona actúan como un amortiguador, protegiendo la columna y las articulaciones.

Mayor rendimiento deportivo: deportes como el fútbol, el tenis o el atletismo dependen de un core sólido para movimientos rápidos y controlados.

Estos beneficios se logran de manera más efectiva con ejercicios funcionales en lugar de movimientos repetitivos como los abdominales.

Consejos para un entrenamiento efectivo

Además de elegir los ejercicios correctos, hay algunos consejos importantes para maximizar los resultados:

Enfócate en la forma: realiza cada movimiento con técnica adecuada para evitar lesiones.

Sé constante: trabaja esta zona al menos tres veces por semana, complementándolo con otros ejercicios.

Respira correctamente: el control de la respiración activa aún más los músculos del core.

Evita sobreentrenar: esta zona necesita tiempo para recuperarse entre sesiones.

Ten en cuenta que fortalecer el core no significa hacer cientos de abdominales. Existen mejores formas de trabajar esta área crucial del cuerpo, priorizando la funcionalidad y la seguridad. Al final, un core fuerte es clave para una vida activa y sin dolor, algo que todos pueden lograr con el enfoque adecuado. Cambia los abdominales tradicionales y elige movimientos que realmente beneficien a tu cuerpo. Tu espalda y postura te lo agradecerán.

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Dany Levito

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