Besar a un niño en la boca puede parecer un gesto natural y cariñoso, pero lo cierto es que esta práctica conlleva riesgos significativos para la salud física y emocional del menor. A lo largo de los años, los expertos en pediatría y psicología han advertido repetidamente sobre los peligros de este tipo de contacto, recomendando a los padres que eviten los besos en los labios de sus hijos.
Riesgo de transmisión de enfermedades
Una de las principales preocupaciones de los pediatras es el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas a través del contacto boca a boca. Durante los primeros meses de vida, el sistema inmunitario de los bebés se encuentra en una etapa de inmadurez, lo que los vuelve especialmente vulnerables a virus y bacterias.
Enfermedades como el herpes y el eczema pueden resultar particularmente peligrosas para los recién nacidos, ya que pueden desencadenar cuadros graves como meningitis o encefalitis, con secuelas permanentes e incluso riesgo de muerte. Incluso si los adultos no presentan síntomas, pueden ser portadores asintomáticos y transmitir estos patógenos a través de un simple beso.
Impacto en la salud bucal
Además de los riesgos de contagio, los besos en la boca también pueden tener un impacto negativo en la salud bucal del niño. El choque del contacto boca a boca puede dañar el delicado esmalte de los dientes de leche, que es más frágil que el de los adultos.
Asimismo, el intercambio de saliva facilita la proliferación de bacterias dañinas, como el Streptococcus mutans, que pueden provocar caries e infecciones en las encías incluso antes de que los dientes permanentes hayan emergido.
Implicaciones psicológicas
Más allá de los riesgos físicos, los expertos también advierten sobre las posibles consecuencias psicológicas de besar a los niños en la boca. Aunque los padres no tengan intenciones sexuales, este gesto puede enviar señales confusas al menor, especialmente a medida que va creciendo y desarrollando su propia identidad y sexualidad.
Según los psicólogos, los besos en los labios deben ser exclusivos de la pareja, ya que pueden generar una excitación inapropiada en el niño y favorecer la aparición de complejos como el de Edipo. Esto, a su vez, podría tener repercusiones negativas en su desarrollo emocional y social.
Alternativas más saludables
Si bien es importante evitar los besos en la boca, esto no significa privar a los niños del afecto y la ternura que necesitan. Existen numerosas formas de expresar el amor y el cariño de manera segura y apropiada, como:
- Abrazos y caricias
- Besos en la frente, mejillas o manos
- Juegos y actividades de contacto físico
- Palabras de cariño y muestras de apoyo emocional
Estas alternativas permiten a los padres satisfacer las necesidades de apego y cercanía de los niños, sin poner en riesgo su salud ni su desarrollo psicológico.
Pautas para una crianza saludable
Ante esta evidencia, los especialistas recomiendan a los padres que:
- Eviten besar a sus hijos en la boca, especialmente durante los primeros años de vida.
- Opten por otras formas de contacto físico y expresión de afecto, como abrazos, caricias y besos en la frente o mejillas.
- Enseñen a los niños desde temprana edad a respetar los límites del espacio personal y las zonas íntimas.
- Prioricen el bienestar físico y emocional de sus hijos por sobre cualquier costumbre o deseo personal.
Siguiendo estas pautas, los padres podrán brindar a sus hijos un entorno seguro y saludable, donde puedan desarrollarse de manera plena y feliz.
