6 razones por las que sufres de calambres nocturnos en las piernas
Los calambres nocturnos en las piernas podrían parecer inevitables, pero en muchos casos son prevenibles.
¿Te has despertado en medio de la noche con un dolor repentino en las piernas? Los calambres nocturnos son más comunes de lo que imaginas. Ese dolor intenso, causado por la contracción involuntaria de los músculos, puede arruinar una noche de descanso. Pero, ¿qué los provoca?
A continuación, te explico seis razones principales detrás de estos molestos espasmos y lo que puedes hacer para prevenirlos.
Deshidratación
No beber suficiente agua durante el día puede afectar tus músculos. La deshidratación disminuye los niveles de electrolitos como el potasio, el calcio y el magnesio, esenciales para la función muscular. Sin estos minerales, tus músculos pueden volverse propensos a los calambres.
¿Qué hacer?
Mantente hidratado. Consume al menos 2 litros de agua diarios y, si sudas mucho, prueba bebidas ricas en electrolitos.
Falta de actividad física o estiramientos
La inactividad prolongada, como estar mucho tiempo sentado o dormir en una misma posición, puede acortar los músculos de tus piernas y causar calambres. No moverte afectará a la circulación y reducirá la flexibilidad muscular.
¿Cómo prevenirlo?
Dedica unos minutos al día a estiramientos, especialmente si pasas mucho tiempo inactivo. Antes de dormir, haz ejercicios simples para relajar tus músculos.
Ejercicio intenso o sobreuso
¿Entrenaste demasiado? Un esfuerzo físico extremo, sin un calentamiento adecuado o sin darle tiempo a tus músculos para recuperarse, puede provocar calambres nocturnos. Esto es común en atletas, pero también en personas que empiezan una rutina exigente de ejercicio sin preparación previa.
Consejo práctico
Asegúrate de calentar antes y estirar después de cualquier actividad física. Escucha a tu cuerpo y no sobrepases tus límites.
Déficit de minerales esenciales
Bajos niveles de potasio, magnesio o calcio en tu cuerpo causan desequilibrio en la función muscular. Estos minerales son cruciales para la contracción y relajación de los músculos. Una dieta deficiente o ciertos medicamentos pueden reducir la cantidad disponible en tu organismo.
Alimentos para evitar calambres
Incorpora alimentos ricos en minerales como bananas, espinacas, frutos secos, lácteos y legumbres. También puedes considerar suplementos, pero consúltalo primero con tu médico.
Problemas circulatorios
Una mala circulación sanguínea hace que menos oxígeno llegue a tus músculos, aumentando el riesgo de espasmos nocturnos. Esto puede estar relacionado con condiciones como varices o problemas vasculares más serios.
¿Qué puedes hacer?
Si tienes problemas de circulación, mantén tus piernas en alto al descansar y utiliza medias de compresión si es necesario. Consulta a un especialista si el problema persiste.
Efectos secundarios de medicamentos
Algunos fármacos, como los diuréticos, pueden alterar tus niveles de potasio y magnesio. Otros medicamentos, como los utilizados para el asma o la hipertensión, también pueden provocar calambres como efecto secundario.
Sugerencia
Si notas que los calambres comenzaron tras iniciar un tratamiento, habla con tu médico. Tal vez puedan ajustar la dosis o cambiarte a otro medicamento.