Imagina quedar atrapado en un pequeño espacio cerrado, sin agua, comida ni luz, durante casi dos días. Esta pesadilla se hizo realidad para Raveendran Nair, un hombre indio que sufrió una traumática experiencia al quedar encerrado en un ascensor de un hospital durante más de 40 horas. Su historia, que ha conmocionado a todo el país, es un recordatorio de los peligros que puede enfrentar cualquier persona en una situación similar y de la importancia de tener sistemas de seguridad efectivos en los edificios.
La rutina diaria se convierte en pesadilla
Todo comenzó el sábado 13 de julio, cuando Raveendran Nair acudió al hospital de Thirunavatapuram, en la India, para realizarse una radiografía de espalda. Después de la prueba, el hombre de 50 años decidió regresar a su casa para recoger los resultados de unos análisis de sangre que había olvidado. Al volver al centro médico, Raveendran se dispuso a subir al piso de radiología en el ascensor. Sin embargo, el elevador se detuvo abruptamente entre el primer y segundo piso, dejándolo completamente atrapado.
«Era un poco más del mediodía cuando ocurrió. No había nadie más en el ascensor, pero la luz estaba encendida, así que no pensé que hubiera nada malo», relató Raveendran a The Indian Express.
Horas interminables de angustia y desesperación
Una vez quedó confinado en el reducido espacio, Raveendran intentó comunicarse con los números de emergencia y asistencia marcados en el interior del ascensor, pero sus llamadas fueron infructuosas. Aterrado, el hombre incluso dejó caer su teléfono, que se rompió, impidiéndole contactar con sus seres queridos.
«Orinaba en una esquina. A veces, gritaba con fuerza. No podía dormir. Cuando tenía sed o hambre, me lamía los labios. Presionaba regularmente el botón de alarma», describió Raveendran sobre las horas de sufrimiento que vivió.
A pesar de no contar con ventilación ni iluminación, el cautivo aseguró que aún circulaba un poco de aire, manteniendo un flujo constante de oxígeno. Sin embargo, la angustia y el miedo a morir lo atormentaban constantemente.
La búsqueda desesperada de un hombre desaparecido
Debido a los irregulares horarios de trabajo de Raveendran, sus familiares no se alarmaron de inmediato por su ausencia. No fue hasta el domingo que avisaron a las autoridades sobre su desaparición. El hospital fue minuciosamente registrado durante horas, hasta que finalmente, el lunes por la mañana, un empleado se percató de que uno de los ascensores se encontraba bloqueado.
La liberación y las consecuencias
Tras 42 horas de sufrimiento, Raveendran fue finalmente rescatado, presentando dolores de espalda y deshidratación. El personal de mantenimiento de los ascensores fue suspendido por negligencia en su trabajo, y se abrió una investigación para determinar por qué nadie verificó el elevador antes.
La angustiante experiencia de Raveendran Nair pone de manifiesto la importancia de mantener una comunicación constante con nuestros seres queridos. Si sus familiares hubieran notado su ausencia de manera más temprana, quizás el hombre habría sido rescatado antes.
