En el mundo del erotismo y la fantasía sexual, el sexo acuático es una idea que atrae a muchos. Ya sea en una playa solitaria, en una piscina bajo las estrellas o en una bañera llena de burbujas, la idea de mezclar agua con pasión puede parecer excitante e incluso romántica. Sin embargo, como en todo, hay factores a considerar antes de sumergirse en esta aventura.
Irritaciones e infecciones
El sexo en el agua puede irritar la mucosa vaginal, lo que puede generar dolor y malestar. Esta irritación puede ser causada tanto por el agua salada del mar como por el agua clorada de las piscinas. Si esta práctica se repite con frecuencia, puede alterar el pH de la mucosa vaginal y debilitar la flora bacteriana que la protege, aumentando el riesgo de infecciones como la vaginitis, la candidiasis o la vaginosis bacteriana.
El agua: ¿amiga o enemiga?
El agua, aunque parezca inofensiva, puede ser una enemiga. Los genitales femeninos disponen de un sistema de autolimpieza delicado y complejo, que puede ser fácilmente irritado por el agua.
Problemas de lubricación
Contrario a lo que muchos podrían pensar, el agua no favorece la lubricación durante el acto sexual. Al contrario, puede reducir o eliminar por completo la lubricación natural, dando lugar a experiencias dolorosas e incómodas.
Falta de protección
En el agua, es prácticamente imposible usar un preservativo de manera efectiva. Por lo tanto, el sexo en el agua sólo es recomendable si se tiene una pareja estable (sin riesgo de enfermedades o infecciones de transmisión sexual) y se utiliza otro método anticonceptivo, como la píldora o el DIU.
Embarazo
Aunque existe el mito de que es difícil quedarse embarazada teniendo sexo en el agua, la realidad es que el riesgo de embarazo sigue siendo el mismo. Ni el agua de mar, ni el cloro de las piscinas, ni el jabón en la bañera eliminan la posibilidad de embarazo.
Lesiones Físicas
Las parejas pueden sentirse tentadas a realizar actos acrobáticos bajo el agua debido a la sensación de menor peso. Sin embargo, esto puede dar lugar a accidentes, como golpes, caídas y lesiones genitales.
Ahogamiento
Aunque pueda parecer un escenario lejano, tener sexo en el agua puede suponer un riesgo de ahogamiento. Ya sea por falta de precaución, por resbalones o por intentar practicar sexo oral bajo el agua, el riesgo existe.
Precauciones para tener sexo en el agua
Si decides tener relaciones sexuales en el agua, es importante tener en cuenta algunas precauciones para minimizar los riesgos.
Uso de lubricantes a base de silicona: el agua puede reducir considerablemente la lubricación vaginal, por lo que se recomienda el uso de lubricantes a base de silicona para facilitar la penetración.
Evitar lugares públicos: es importante evitar lugares públicos para no infringir las leyes y evitar multas por actos obscenos en lugares públicos.
Uso de preservativos: aunque el uso de preservativos en el agua puede ser complicado, se recomienda su uso junto con un lubricante a base de silicona para reducir el riesgo de embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual.
Limpieza después del acto: después de tener relaciones sexuales en el agua, es importante limpiarse bien para eliminar cualquier residuo de agua salada o clorada que pueda causar irritación.
