Aunque muchas personas asocian las infecciones de transmisión sexual (ITS) con síntomas localizados en los genitales, existen señales que pueden aparecer en lugares menos esperados, como las manos o los pies. Estos síntomas, que incluyen erupciones u otros cambios en la piel, podrían revelar una ITS como la sífilis en su etapa secundaria.
Sífilis: más común y peligrosa de lo que se piensa
La sífilis, causada por la bacteria Treponema pallidum, es una de las ITS que ha mostrado un resurgimiento preocupante en los últimos años, especialmente en Europa, ya que se transmite mayormente por contacto sexual, pero sus síntomas no siempre son evidentes de inmediato.
En su etapa primaria, la sífilis puede causar pequeñas llagas o úlceras indoloras que aparecen en el área donde la bacteria ingresó al cuerpo, como los genitales, la boca o el ano. Si estas lesiones no se tratan, la enfermedad pasa a la etapa secundaria, donde comienzan a manifestarse signos que afectan varias partes del cuerpo, incluidas las palmas de las manos y las plantas de los pies.
¿Cómo identificar las señales en las manos o pies?
Uno de los síntomas más característicos de la sífilis secundaria son las erupciones cutáneas rugosas de color rojo o marrón rojizo, las cuales suelen aparecer en las palmas y plantas, pero también pueden extenderse a otras áreas. Generalmente, pueden confundirse con otro tipo de reacciones alérgicas o dermatológicas, ya que no suelen ir acompañadas de picazón. Más allá de las erupciones, se pueden presentar otros síntomas como fiebre, fatiga, dolor articular o pérdida de cabello en ciertas zonas.
Muchas veces, los síntomas pueden desaparecer por sí solos, lo que da una falsa sensación de haber superado la enfermedad. Sin embargo, la infección sigue activa en el cuerpo, avanzando hacia etapas más graves si no se trata.
La importancia del diagnóstico oportuno
Uno de los mayores retos de las ITS como la sífilis es que pueden entrar en un estado de latencia. Durante esta etapa, no hay síntomas aparentes, pero el daño continúa silenciosamente, comprometiendo órganos vitales como el corazón o el cerebro.
La sífilis ha tenido un crecimiento preocupante en los últimos 15 años, incluso superando en ciertos grupos de población la incidencia del VIH. ¿Por qué? Factores como la falta de educación sexual, la disminución del uso de preservativos y la resistencia a la consulta médica por estigmas sociales contribuyen a este fenómeno.
Además, la propagación entre distintas comunidades, incluyendo parejas heterosexuales y hombres que tienen sexo con hombres (HSH), ha llevado a una diversificación en los casos, dificultando aún más la prevención y el control.
¿Qué hacer si sospechas de una ITS?
Si observas síntomas inusuales, como llagas, erupciones o algún tipo de cambio cutáneo en las manos, pies u otras áreas del cuerpo, lo mejor es consultar a un médico lo antes posible. Aunque estas señales no siempre significan una ITS, descartarlas mediante un diagnóstico profesional es clave.
Por otro lado, el tratamiento de la sífilis suele ser eficaz si se detecta temprano, generalmente a través de una terapia con antibióticos como la penicilina. Ignorar esta enfermedad puede llevar a complicaciones graves irreversibles.
Ten presente que es fácil pasar por alto síntomas en las manos o pies, especialmente si no causan molestias inmediatas. Sin embargo, el cuerpo da señales importantes que no deben ignorarse. En el caso de la sífilis, lo que parece una simple erupción podría ser un llamado de atención para cuidar de nuestra salud sexual.
Mantenernos informados, realizar pruebas regulares y acudir al médico ante cualquier duda, son pasos esenciales para prevenir y controlar las ITS.
