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Salud

¿Sudas mientras duermes? Esto es lo que indica una enfermedad grave

¿Te despiertas empapado en sudor a mitad de la noche? Esta situación tan común para muchos podría ser una señal de una afección médica seria. La sudoración nocturna, aunque común, no siempre debe ser ignorada. Puede ser el indicio de problemas graves de salud como infecciones, apnea del sueño o incluso cáncer.

Diferencias entre sudoración normal y patológica

Sudoración normal:

La sudoración es una función corporal esencial para regular la temperatura. Generalmente, hay algunos momentos y situaciones donde la sudoración nocturna puede ser considerada normal:

Ambiente caluroso: si duermes en una habitación muy calurosa o con demasiadas mantas.

Ejercicio físico: si realizaste ejercicio intenso antes de dormir.

Alimentos y bebidas: consumir comidas picantes o bebidas alcohólicas antes de acostarte.

Sudoración patológica:

Distinguir entre sudoración normal y patológica es crucial:

Duración y frecuencia: si sudas profusamente casi todas las noches sin razón aparente.

Condiciones médicas: la sudoración nocturna puede ser síntoma de problemas de salud como infecciones, trastornos hormonales, o incluso cáncer.

Medicamentos: algunos medicamentos también pueden causar sudoración nocturna como efecto secundario.

Es importante estar atentos a estos signos y buscar ayuda médica si sientes que la sudoración nocturna es excesiva y no hay una razón obvia. Entender estas diferencias te ayudará a decidir cuándo es el momento de hablar con un profesional de la salud.

Causas comunes de sudoración nocturna

La sudoración nocturna puede ser una señal de varias condiciones médicas. Aunque a veces puede ser causada por el ambiente caluroso o el estrés, otras veces puede ser un síntoma de algo más serio. A continuación, se detallan algunas de las causas comunes de la sudoración nocturna.

Enfermedades relacionadas con la sudoración nocturna

Algunas enfermedades pueden provocar sudores nocturnos. Es importante estar atento a otros síntomas que puedan acompañar estos episodios.

Infecciones

Diversas infecciones pueden provocar sudoración nocturna:

Tuberculosis: es una infección bacteriana que afecta principalmente a los pulmones pero puede impactar otras partes del cuerpo.

Lee también:

VIH/SIDA: esta infección compromete el sistema inmunológico y también puede causar sudores nocturnos.

Endocarditis: una infección del revestimiento interno del corazón también puede generar sudoración excesiva durante la noche.

Cáncer

Algunos tipos de cáncer pueden causar sudoración nocturna, especialmente:

Linfoma: tanto el linfoma de Hodgkin como el no-Hodgkin pueden tener la sudoración nocturna como un síntoma prominente.

Leucemia: este cáncer de la sangre y de la médula ósea puede venir acompañado de sudores nocturnos, especialmente en las etapas avanzadas.

Trastornos Hormonales

Los cambios hormonales también pueden ocasionar este síntoma:

Menopausia: la fluctuación de los niveles de estrógeno puede causar sofocos y sudores nocturnos en mujeres.

Hipertiroidismo: la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea, lo que acelera el metabolismo y aumenta la sudoración.

Feocromocitoma: es un tumor de las glándulas suprarrenales que puede generar un exceso de adrenalina, causando episodios de sudoración.

Foto Freepik

¿Cuándo preocuparse por la sudoración nocturna?

La sudoración nocturna puede ser un signo de que algo no anda bien en tu cuerpo. Normalmente, no es un motivo de alarma, pero hay ciertas señales que indican que deberías prestarle atención y consultar a un médico.

Signos de alerta

Si experimentas sudoración nocturna acompañada de otros síntomas, es importante que tomes nota. Estos síntomas adicionales pueden justificar una consulta médica:

Fiebre persistente: la combinación de sudoración nocturna y fiebre puede indicar una infección o una enfermedad inflamatoria.

Pérdida de peso inexplicada: perder peso sin razón aparente junto con sudar por las noches podría ser un síntoma de un problema de salud más grave, como un cáncer.

Dolor localizado: si junto con los sudores nocturnos sientes dolor en alguna parte específica de tu cuerpo, es crucial consultar a un especialista.

Tos constante: la sudoración nocturna acompañada de una tos que no desaparece puede ser un signo de infecciones pulmonares o incluso de tuberculosis.

Diarrea: este síntoma junto a los sudores nocturnos puede estar relacionado con infecciones o enfermedades gastrointestinales.

Palpitaciones: sentir el corazón acelerado junto con la sudoración nocturna puede indicar problemas cardíacos o endocrinológicos, como el hipertiroidismo.

Diagnóstico y tratamiento

Cuando alguien experimenta sudoración nocturna, es importante comprender las posibles causas subyacentes para tratar el problema de manera adecuada. Esta sección aborda tanto el diagnóstico como el tratamiento de la sudoración nocturna, brindando una visión general de cómo identificar y gestionar este síntoma.

Enfoques de tratamiento

El tratamiento de la sudoración nocturna puede variar según la causa subyacente. Existen varias estrategias que incluyen tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida.

Tratamientos médicos:

Medicamentos: dependiendo de la causa, un médico puede prescribir antidepresivos, medicamentos para la ansiedad, o tratamientos hormonales. Para casos severos, se pueden usar anticolinérgicos.

Toxina botulínica: este tratamiento puede ser efectivo para reducir la sudoración excesiva en áreas específicas del cuerpo.

Terapias hormonales: si la sudoración nocturna está relacionada con cambios hormonales, como la menopausia, las terapias hormonales pueden ser efectivas.

Cambios en el estilo de vida:

Mantener el ambiente fresco: dormir en una habitación bien ventilada y usar ropa de cama ligera puede reducir la sudoración nocturna.

Evitar alimentos y bebidas desencadenantes: cafeína, alcohol y comidas picantes pueden aumentar la sudoración. Reducir o eliminar estos de la dieta puede ser útil.

Gestionar el estrés: practicar técnicas de relajación como la meditación y el yoga puede ayudar a reducir la sudoración relacionada con el estrés.

Higiene adecuada: mantener una buena higiene personal y usar desodorantes antitranspirantes puede ayudar a manejar los síntomas.

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Dany Levito

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