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Salud

Según un dentista, este es el orden correcto para realizar la higiene bucal

La higiene bucal es una parte imprescindible del cuidado de la salud general. Más allá de mantener una sonrisa brillante, contribuye a prevenir enfermedades graves. Sin embargo, pocos saben que el orden en el que se realiza puede marcar una gran diferencia.

Comenzar con el uso del hilo dental ayuda a eliminar restos de comida y placa entre los dientes, facilitando que el cepillado sea más efectivo. Luego, el cepillado con una pasta adecuada limpia las superficies dentales, mientras que finalizar con un enjuague bucal refuerza la protección contra bacterias, asegurando una limpieza más completa y duradera.

Importancia de la higiene bucal

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 60% y el 90% de los escolares y casi el 100% de los adultos tienen caries. Además, la gingivitis afecta aproximadamente al 50% de la población mundial. Cifras alarmantes que subrayan la necesidad de una buena rutina de higiene bucal.

Una higiene bucal deficiente puede desencadenar una serie de problemas. Las caries son el resultado directo de la acumulación de placa. Las encías, cuando no reciben el cuidado adecuado, pueden inflamarse y generar enfermedades como la periodontitis. Además, el mal aliento es una consecuencia común de no seguir un adecuado cuidado dental.

Estos problemas no solo afectan la salud oral, sino también el bienestar general, ya que las infecciones bucales pueden propagarse al torrente sanguíneo y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y complicaciones durante el embarazo. Una higiene adecuada es clave para prevenir estos riesgos.

Orden correcto para la higiene bucal

Un dentista generalmente recomienda seguir este orden para garantizar una limpieza bucal completa y efectiva:

Cepillado de dientes: el cepillado debe realizarse al menos dos veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con flúor. Es importante emplear movimientos circulares suaves, evitando ejercer demasiada presión. Cada sesión de cepillado debe durar aproximadamente dos minutos, cubriendo todas las superficies de los dientes.

Uso de hilo dental: el hilo dental debe utilizarse una vez al día, de preferencia antes del cepillado. Este hábito ayuda a remover los restos de comida y la placa que se acumula entre los dientes, zonas a las que el cepillo no llega. Se recomienda usar un segmento nuevo de hilo para cada espacio interdental, moviéndolo suavemente en forma de «C».

Enjuague bucal: el enjuague bucal es el paso final. Sirve para eliminar los restos de partículas que puedan quedar después del hilo y el cepillado. Los enjuagues con flúor ayudan a fortalecer el esmalte dental, mientras que otros con propiedades antisépticas reducen las bacterias. Es ideal usarlo por 30 segundos sin diluirlo.

Foto Freepik

Frecuencia de la higiene bucal

Realizar estos pasos de forma regular es clave. Pero, ¿cuántas veces al día es suficiente?

Por la mañana, limpiar los dientes antes de comer elimina las bacterias acumuladas durante la noche. Por la noche, una rutina completa elimina los restos de comidas y previene problemas antes de dormir. No se recomienda saltar estos momentos críticos, ya que las bacterias pueden multiplicarse rápidamente y causar caries, mal aliento y enfermedades de las encías.

Un cepillado nocturno adecuado es especialmente importante porque la producción de saliva disminuye durante el sueño, reduciendo la capacidad natural de la boca para combatir bacterias. Adoptar estas prácticas fortalece la salud bucal y protege la sonrisa a largo plazo.

Además de la higiene diaria, visitar al dentista cada seis meses es fundamental. Las consultas regulares permiten detectar problemas a tiempo y realizar limpiezas profesionales para alcanzar áreas que no pueden ser tratadas en casa.

Consejos adicionales

No basta con usar cepillos y enjuagues. Existen hábitos y cambios en el estilo de vida que también influyen en la salud dental.

Dieta y salud dental

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Consumir frutas y vegetales frescos no solo es bueno para el cuerpo, también beneficia los dientes al promover la producción de saliva. Por otro lado, se deben limitar alimentos ricos en azúcar y bebidas carbonatadas, ya que favorecen la aparición de caries.

Los azúcares alimentan las bacterias que causan placa, lo que aumenta el riesgo de caries y problemas en las encías. Además, los alimentos ricos en calcio, como los lácteos, fortalecen el esmalte dental, mientras que el agua ayuda a neutralizar los ácidos y a mantener la boca hidratada, favoreciendo una mejor salud bucal.

Hábitos por evitar

Masticar hielo, fumar o usar los dientes como herramienta son prácticas que perjudican la salud dental. Incluso el cepillado agresivo puede desgastar el esmalte, así que es importante evitarlo.

Además, el consumo excesivo de alcohol y el bruxismo, o rechinar los dientes, pueden causar daños a largo plazo. También es fundamental evitar los alimentos extremadamente duros, ya que pueden fracturar los dientes, y las bebidas ácidas, que erosionan el esmalte. Adoptar una rutina de cuidado dental adecuada y proteger los dientes de estos hábitos previene problemas futuros y asegura una sonrisa saludable.

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Dany Levito

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