6 cosas que nunca debes hacer en la peluquería
Muchas veces, la relación que tienes con tu peluquero puede ser controvertida: un corte demasiado corto, un color pobre o un estilo que no nos satisface. Sin embargo, si el resultado final no es lo que esperabas, la culpa no es únicamente del estilista.
Un gran porcentaje de clientes tienen unas expectativas poco realistas o extremadamente difíciles de satisfacer. Para evitar malas sorpresas cuando vayas a la peluquería, ten en cuenta estos consejos, para que el resultado final sea justo lo que esperabas.
Verte como una celebridad de Hollywood
Ahora es muy común acudir a la peluquería y llevar una foto de una celebridad para indicarles el resultado que se desea. Sin duda, es útil mostrarles lo que quieres, sin embargo, esperar que el resultado sea idéntico al de la foto es algo poco realista. Además, esto no siempre ayuda, ya que muchas veces las celebridades usan extensiones, tienen el cabello muy tratado, o incluso las usan directamente con una peluca. Es mejor elegir un corte de los catálogos disponibles en la peluquería, buscando modelos con el pelo similar al tuyo.
Utilizar el móvil
Debe evitarse por completo el uso del celular mientras el estilista realiza su trabajo. De hecho, esto nos obliga a mantener la cabeza inclinada, lo cual puede comprometer los resultados finales del corte. La mejor opción es sentarse con la espalda recta, a menos que el peluquero te pida que inclines la cabeza de cierta forma o que te coloques en una determinada posición.
Cabello en buen estado
Cuando vayas a la peluquería, tu pelo no debe estar excesivamente sucio, pero tampoco recién lavado o recién peinado. El peluquero necesita saber cómo es tu pelo normalmente para poder encontrar el corte, el color o el estilo adecuados para ti.
Insistir
Si tienes peticiones muy específicas, como ir de rubia si tu color natural es negro, y tu peluquero te lo desaconseja, no insistas. Intentar cambiar a un color mucho más claro en una sola sesión arruinaría tu cabello irremediablemente. Así que si dice «no» a ciertas peticiones, seguro que hay una razón.
Llevar tus productos
Sobre todo cuando se acude a un peluquero que no se conoce, se suele caer en la tentación de llevar tus propios productos por desconfianza. Esto no siempre es bueno, porque a menos que tengas ciertas alergias, dar a un peluquero un producto que no conoce es muy arriesgado y hace recaer en él mucha responsabilidad.
Cambio de peluquería
Por último, uno de los errores más frecuentes que puedes cometer con tu peluquero es cambiar de peluquería por pura comodidad o pereza. Si tienes un peluquero en el que confías plenamente, quédate con él. Establecer una relación de confianza con un profesional es la mejor manera de evitar sorpresas desagradables, pero también de conseguir un mejor aspecto.