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Salud

¿Sentirse peor después de una sesión de osteopatía es una mala señal?

La osteopatía es una terapia manual que busca mejorar la movilidad y equilibrio del cuerpo. Sin embargo, es común que después de una sesión algunos pacientes se sientan peor, lo que puede generar preocupación. La pregunta de si es una mala señal merece una respuesta clara. Según diversos expertos en el ámbito, es normal experimentar fatiga, dolor o incluso sensaciones de cansancio tras una sesión de osteopatía. Estas reacciones, conocidas como «efecto rebote», no suelen ser motivo de alarma, ya que forman parte del proceso de adaptación del cuerpo al tratamiento recibido.

¿Qué es la osteopatía?

La osteopatía es una disciplina que se enfoca en la salud general de la persona mediante la manipulación física del cuerpo. Muchas personas consideran esta práctica como una forma alternativa de medicina. En el corazón de la osteopatía está la idea de que el bienestar de una persona depende del buen funcionamiento de sus huesos, músculos y ligamentos.

Origen de la osteopatía

La osteopatía fue desarrollada en el siglo XIX por Andrew Taylor Still, un médico estadounidense. Still creía firmemente que el cuerpo humano tenía la capacidad de curarse por sí mismo y que manipulando correctamente los tejidos, se podía impulsar este proceso de curación natural.

Principios de la osteopatía

Los principios básicos de la osteopatía son bastante simples pero profundos:

Un enfoque holístico: la osteopatía ve al cuerpo como una unidad. Esto significa que el tratamiento de cualquier parte del cuerpo implica considerar su relación con el resto del organismo.

Estructura y función: en osteopatía, se cree que la estructura del cuerpo (huesos, músculos, ligamentos) y su función están intrínsecamente conectadas. Si una estructura está fuera de su lugar, afecta cómo se siente y opera el cuerpo.

Autocuración: el osteópata busca estimular los procesos internos de curación del cuerpo. Esto se logra a través de manipulaciones que mejoran la circulación y alivian la tensión.

Métodos y técnicas

La osteopatía utiliza diversas técnicas manuales para tratar el cuerpo. Algunas de las técnicas más comunes incluyen:

Manipulación de tejidos blandos: esto ayuda a aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación.

Movimientos articulares: estas movilizaciones ayudan a mejorar la movilidad y aliviar el dolor.

Estiramientos: ayudan a liberar el estrés y mejorar el rango de movimiento.

Reacciones comunes después de una sesión de osteopatía

Después de una sesión de osteopatía, es natural experimentar una variedad de reacciones. Estos cambios generalmente reflejan el ajuste que el cuerpo está realizando tras el tratamiento. No hay motivo de alarma, sino más bien una señal de que el cuerpo está respondiendo.

Fatiga y somnolencia

¿Alguna vez has sentido un nivel inusual de cansancio tras una sesión de osteopatía? No estás solo. La fatiga y la somnolencia son reacciones normales y esperadas después de una sesión. Esto sucede porque el cuerpo ha estado trabajando intensamente durante el tratamiento. La manipulación osteopática puede compararse con un ejercicio intenso para los tejidos, por lo que es común sentir la necesidad de descansar y recuperar energías. En muchos casos, este tipo de cansancio es temporal, así que no es motivo de preocupación.

Dolores musculares y molestias

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Al igual que después de una rutina de ejercicios, los músculos pueden sentirse adoloridos tras una sesión de osteopatía. Estos dolores pueden ser el resultado de las manipulaciones realizadas durante el tratamiento. Este tipo de dolor es generalmente temporal y disminuye con el tiempo. Es como el dolor que se siente después de ejercitar músculos que no se utilizan comúnmente. Esto indica que el cuerpo está procesando los ajustes realizados y adaptándose a ellos. Si bien puede ser incómodo al principio, suele ser una señal de que el tratamiento está funcionando.

Foto Freepik

¿Es normal sentirse peor después de una sesión?

La respuesta corta es sí, es posible que te sientas peor después de una sesión de osteopatía. Esto puede parecer contradictorio, pero en realidad es una respuesta normal del cuerpo. Así como cuando comienzas una nueva rutina de ejercicios y luego experimentas dolores musculares, la osteopatía también provoca ciertos cambios en el cuerpo.

Efecto rebote

El efecto rebote es una reacción común que algunos pacientes experimentan después de recibir osteopatía. Imagina tu cuerpo como un arco tenso. Cuando el osteópata trabaja sobre él, disminuye la tensión, lo que inicialmente puede hacer que te sientas liberado. Sin embargo, al día siguiente, esta liberación puede generar una cascada de efectos que se manifiesten en forma de dolor o incomodidad.

Reacción natural: este aumento temporal de los síntomas es una respuesta natural del cuerpo a los ajustes realizados.

Duración limitada: normalmente, este efecto rebote dura solo uno o dos días y comienza a disminuir a medida que el cuerpo se adapta a su nueva alineación.

Importancia del tiempo de recuperación

El tiempo de recuperación es crucial para el éxito del tratamiento osteopático. No es solo un período de descanso; es una fase de adaptación donde el cuerpo empieza a integrar los cambios realizados. Este proceso puede compararse con plantar una semilla. Primero hay que preparar el terreno, luego sembrar y, finalmente, permitir que la planta crezca.

Periodo de ajuste: durante este tiempo, tu cuerpo puede pasar por varios cambios, como la mejora de la circulación y la disminución de tensiones musculares.

Paciencia y cuidado: es importante entender que el cuerpo necesita tiempo para curarse y adaptarse. Seguir las recomendaciones del osteópata, como evitar actividades extenuantes, puede facilitar una mejor recuperación.

¿Cuándo consultar a un profesional?

A veces, después de una sesión de osteopatía, las personas pueden experimentar sensaciones inesperadas. Mientras que algunas reacciones son normales y temporales, otras pueden ser señales que no deben ignorarse. Saber cuándo es el momento adecuado para consultar a un profesional puede marcar una gran diferencia en el cuidado de la salud.

Síntomas persistentes

Existen ciertos síntomas que persisten tras una sesión de osteopatía y que podrían ser indicativos de que algo no marcha bien. Es crucial estar atento a los siguientes signos:

  • Dolor que no cede durante varios días. Un malestar menor podría ser normal, pero un dolor que dura más de lo esperado merece atención.
  • Inflamación notable que no disminuye o empeora con el tiempo.
  • Dolor agudo o nuevas molestias que no estaban presentes antes de la sesión.

Ante la presencia continua de estos síntomas, es importante buscar el consejo de un osteópata o incluso considerar una evaluación médica más detallada.

Cambios en la condición física

Los cambios inesperados en el bienestar general pueden ser una bandera roja. Si alguien siente que su estado físico ha empeorado tras la sesión, esto podría significar que se requiere intervención profesional. Algunos aspectos a considerar incluyen:

  • Fatiga excesiva, que interfiere con las actividades cotidianas y no mejora con el descanso.
  • Pérdida de movilidad o rigidez no usual en las áreas tratadas.
  • Molestias inespecíficas que aparecen en otras partes del cuerpo, lo cual podría indicar un desajuste sistémico.

La autoobservación y la comunicación con el osteópata son vitales para asegurar que el tratamiento sea beneficioso. Si estos cambios persisten, podría ser necesario reevaluar el enfoque terapéutico.

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Dany Levito

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