¿Sobras de verduras? Aquí está el risotto gourmet que conquistará incluso los paladares más difíciles.
Prepara esa olla, busca las verduras que tienes en tu refrigerador y permite que este risotto gourmet transforme tu cena en una experiencia memorable. ¡Tu paladar y el planeta te lo agradecerán!

¿Tienes verduras sobrantes y no sabes qué hacer con ellas? Transformarlas en un risotto gourmet podría ser la solución perfecta. Este plato no solo es delicioso y nutritivo, sino que además es sostenible y te permite aprovechar al máximo los ingredientes que tienes a mano.
El corazón de un buen risotto: el arroz perfecto
El secreto de todo risotto está en el tipo de arroz que utilices. Variedades como Arborio, Carnaroli, Baldo o Vialone Nano son las más recomendadas gracias a su alto contenido de almidón que aporta la cremosa textura que caracteriza a este plato italiano, mientras que los granos se mantienen firmes, logrando ese punto perfecto “al dente”.
Si tienes la oportunidad, elige arroz de origen local o de alta calidad, ya que marcará una gran diferencia en el sabor y la consistencia del risotto. Además, estas variedades son ideales para absorber los sabores de los ingredientes que decidas incluir.
Los ingredientes básicos que ya tienes en casa
Uno de los encantos del risotto es que no necesitas una lista interminable de ingredientes para prepararlo, por lo que este plato básico puede cobrar vida con sobras de verduras de temporada. Por ejemplo: zanahorias, calabacines, espárragos, pimientos o las puntas de habas y guisantes.
¿Quieres darle un toque más aromático? Prueba con hierbas frescas como albahaca, salvia o perejil. No olvides un toque de vino blanco o incluso un poco de cerveza para desglasar el arroz y darle un perfil de sabor más complejo.
Y, por supuesto, el caldo caliente, que puede ser de verduras o incluso restado de otras preparaciones, será un ingrediente esencial que ayudará a cocinar el arroz de manera uniforme.

Preparación simple pero exquisita
Todo comienza con una base aromática: sofríe una cebolla picada finamente en aceite de oliva hasta que esté translúcida. Aquí es donde la magia comienza. Añade las verduras cortadas en trozos pequeños y saltéalas a fuego medio-alto para que se mantengan crujientes.
A continuación, incorpora el arroz directamente a la olla y tuéstalo brevemente. Esto ayuda a sellar los granos, dándoles una textura única y evitando que se deshagan durante la cocción. Desglasa con tu vino o cerveza elegida y espera a que el alcohol se evapore.
El siguiente paso es lo que hace único al risotto: vierte el caldo caliente poco a poco, un cucharón a la vez, mientras haces círculos suaves con la cuchara. Este proceso asegura que el arroz libere su almidón, creando esa textura cremosa que define el plato.
Justo antes de terminar, disuelve un poco de azafrán en agua caliente y añádelo al risotto. Esto no solo aportará un color dorado vibrante, sino también un aroma inconfundible.
¿El toque final?
El último paso es lo que los italianos llaman “mantecare”, que con el fuego apagado, añade un generoso chorro de aceite de oliva, una pizca de pimienta negra recién molida y las hierbas frescas que prefieras. Si te apetece, este también es el momento de incorporar un poco de queso rallado, como parmesano, para dar más profundidad al sabor.
Cubre la olla con la tapa durante unos minutos para que los ingredientes se terminen de integrar. Cuando la destapes, el aroma será irresistible, y sabrás que estás a punto de disfrutar de algo especial.
Un plato rápido y sofisticado para cualquier ocasión
El risotto también destaca por ser un plato versátil, tanto para cenas caseras informales como para ocasiones especiales. En tan solo 20 minutos, puedes tener en tu mesa un plato que parece salido de un restaurante de alta cocina. Y lo mejor, sin necesidad de gastar mucho ni generar desperdicios.
Además, puedes adaptar la receta según la temporada. Por ejemplo, en invierno, opta por ingredientes como calabaza o champiñones; en primavera, apuesta por espárragos y guisantes frescos. Cada estación traerá sabores únicos que elevarán este plato clásico.
Preparar un risotto con sobras de verduras no solo es delicioso, sino que también es una manera práctica de ser más sostenible en la cocina. En lugar de tirar a la basura ese trozo de pimiento medio olvidado o las puntas de las zanahorias, úsalos como los protagonistas de tu próxima comida.