¿Son los suplementos vitamínicos una perdida de dinero?
Los suplementos vitamínicos pueden ser una inversión innecesaria para los adultos sanos y mujeres no embarazadas que siguen una dieta equilibrada. La evidencia científica actual no respalda su eficacia en la prevención de enfermedades cardiovasculares o cáncer.
En la era de la salud y el bienestar, cada vez más personas buscan mejorar su calidad de vida y prevenir enfermedades a través de diferentes métodos. Uno de los enfoques más populares es el consumo de suplementos vitamínicos y minerales. Sin embargo, ¿realmente son necesarios estos suplementos para los adultos sanos? ¿O es simplemente un gasto innecesario?
El auge de los suplementos vitamínicos
En los últimos años, el mercado de los suplementos vitamínicos ha experimentado un crecimiento significativo. Según un informe publicado en El Diario NY, en 2021, las personas en Estados Unidos gastaron cerca de $50 mil millones en vitaminas y suplementos dietéticos. La razón para usar estos suplementos es mejorar la salud, el bienestar general y llenar los vacíos nutricionales en la dieta.
Sin embargo, los científicos y las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos plantean dudas sobre la eficacia de estos suplementos en adultos sanos y mujeres que no están embarazadas. Según el Dr. Jeffrey Linder, profesor de medicina de la Universidad Northwestern, los pacientes están desperdiciando dinero al pensar que las píldoras mágicas los mantendrán saludables. En cambio, se deberían seguir prácticas basadas en evidencia, como una alimentación saludable y ejercicio regular.
Recomendaciones de los expertos en salud
Las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) publicadas en la revista JAMA desaconsejan el uso de suplementos de betacaroteno o vitamina E para la prevención de enfermedades cardiovasculares o cáncer. La evidencia actual es insuficiente para evaluar el balance de beneficios y daños del uso de suplementos multivitamínicos y nutrientes combinados para la prevención de estas enfermedades.
Los expertos en salud enfatizan la importancia de obtener nutrientes de los alimentos en lugar de depender de suplementos. Según las pautas dietéticas para los estadounidenses, la mayor parte de los nutrientes debe provenir de una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, legumbres y otros alimentos saludables. Estos alimentos contienen una combinación de vitaminas, fitoquímicos, fibra y otros nutrientes que actúan de manera sinérgica para brindar beneficios para la salud.
¿Quiénes se pueden beneficiar de los suplementos?
Aunque los suplementos vitamínicos pueden no ser necesarios para los adultos sanos con una dieta equilibrada, hay casos en los que pueden ser beneficiosos. Por ejemplo, las personas con deficiencias de vitaminas o minerales pueden beneficiarse de tomar suplementos para corregir esas deficiencias. De l manera, durante ciertas etapas de la vida, como el embarazo, puede ser necesario tomar suplementos para garantizar un adecuado aporte de nutrientes.
Es importante destacar que los alimentos fortificados y los suplementos dietéticos pueden ser útiles cuando no es posible satisfacer las necesidades nutricionales a través de la dieta. Por ejemplo, los suplementos de calcio y vitamina D han demostrado ser efectivos en la prevención de fracturas y caídas en adultos mayores.
El peligro de los suplementos
A pesar de los posibles beneficios de los suplementos en ciertos casos, también existen riesgos asociados con su consumo. Un estudio reciente publicado en la revista JAMA señala que los suplementos de betacaroteno pueden aumentar el riesgo de mortalidad por todas las causas y enfermedades cardiovasculares en personas sanas. Además, se encontró un aumento significativo en el riesgo de cáncer de pulmón en personas fumadoras o expuestas a asbestos que consumían suplementos con betacaroteno.
Estos hallazgos respaldan la idea de que los suplementos vitamínicos no son una solución mágica para prevenir enfermedades. Más allá del gasto económico, centrarse en los suplementos puede ser una distracción potencialmente dañina. En lugar de depender de suplementos, se recomienda enfocarse en actividades de bajo riesgo y alto beneficio, como seguir una alimentación saludable, practicar ejercicio regularmente y consultar a un profesional de la salud para obtener asesoramiento personalizado.