Cuanto más se hidrate y nutra la piel de los pies y los talones, más fácil será prevenir la aparición de grietas y manchas indeseadas.Para luchar contra este problema, puedes probar con remedios naturales y tradicionales.
Baño de pies de lavanda con bicarbonato
Prueba un baño de pies tibio de bicarbonato de sodio mezclado con lavanda para suavizar la piel de tus talones. Para prepararlo, coloca agua tibia en un recipiente y agrega 2 o 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y unas gotas de aceite esencial de lavanda, remoja tus pies durante 20 minutos aproximadamente y luego exfolia.
Piedra pómez
La piedra pómez es un instrumento de mucha utilidad para alisar los talones y eliminar células muertas de la piel. Para hacer uso de esta, frótala suavemente con movimientos circulares en tus pies. No olvides que este procedimiento debe realizarse después de suavizar la piel de los talones con un baño tibio.
Exfoliante para los talones
Si no tienes una piedra pómez a la mano, puedes usar un exfoliante para pies, y mejor aun si es casero. Es recomendable exfoliar los talones una vez a la semana y aplicar la crema hidratante de inmediato, logrando prevenir los talones agrietados y en casos de un daño existente, esto puede ayudar a repararlos. Para exfoliar, simplemente mezcla azúcar o sal con el aceite de tu elección hasta que se vuelva cremoso. Puedes elegir aceite de almendras dulces o aceite de oliva virgen extra regular.
Tratamiento con aceite de sésamo
El aceite de sésamo ayuda a combatir y tratar las pieles secas, teniendo efecto antienvejecimiento, siendo utilizado como aceite facial y corporal, logrando suavizar las áreas rugosas. Es así como solo necesitaras de una cucharada de aceite de sésamo y 5 gotas de aceite esencial de menta.
Para realizar este tratamiento, debes diluir el aceite esencial de menta con el aceite de sésamo y aplicarlo en los pies, concentrándose en los talones y por las noches usando calcetines de algodón. Al despertar en la mañana, notaras la suavidad que se ha ido ganando durante el descanso. Pero si aún notas áreas rugosas, usa la piedra pómez o exfoliantes después de haber terminado con este método.
Exfoliante de bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio se puede utilizar para crear una pasta que sea menos abrasiva que un exfoliante de sal de roca normal, el cual suaviza los talones y ayuda a eliminar las células muertas de la piel. Para realizar este remedio casero, mezcla 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 2 cucharadas de agua tibia. Masajea la sal en sus talones con movimientos circulares y procede a enjuagar. Luego, agrega unas gotas de crema hidratante, aceite de almendras dulces o sésamo en los talones para humectar.
Exfoliante con harina de arroz
Este tratamiento de exfoliación para pies es fácil de preparar: se mezclan 2 cucharadas de harina de arroz y se le añade 2 cucharada de aceite de oliva extra virgen o más opciones como aceite de almendra dulce o aceite de sésamo. Mezcla bien los ingredientes y aplica con mucho cuidado, luego masajea los talones con los dedos o con ayuda de una esponja.
Compresas de miel
La miel es un remedio natural indicado para tratar la piel deshidratada en zonas ásperas y secas, especialmente los talones. Por ende, es recomendable aplicar miel en esta zona y dejar actuar por 30 minutos para luego enjuagar con agua tibia o dejar los pies en remojo.
Remedio de aceite, limón y bicarbonato
Para llevar a cabo este tratamiento mezcla dos cucharadas de zumo de limón y dos cucharadas de aceite de oliva en un vaso. Luego, añade poco a poco bicarbonato de sodio o harina de arroz y bate hasta conseguir una mezcla uniforme y cremosa. Cuando esté lista la mezcla, procede a masajear los talones como si fuera un exfoliante o utilízalo como compresa para suavizar la piel endurecida. Este remedio también es recomendable para combatir callos y durezas.
Tratamiento con aceite vegetal
Uno de los mejores productos naturales para la hidratación son los aceites vegetales, y sí, estos ayudan a combatir los talones secos y agrietados. Este tipo de aceites generalmente ya se encuentran en nuestra despensa. Por si fuera poco, son sencillos de aplicar, ya que no requieren de ningún agregado, solo tienes que frotar sobre los talones hasta que la piel absorba por completo el aceite. La utilización de este tratamiento deber ser periódica para mejorar la apariencia de los talones y lograr mantenerlos estables.
