Tener un dormitorio en este color te permite dormir mejor y sentirte más tranquilo

¿Cuántas veces te has preguntado si el color de tu habitación afecta la calidad de tu sueño? La respuesta es un rotundo sí. Dormir bien no solo depende del colchón o la oscuridad de la habitación; también importa el color de las paredes y la decoración. Si buscas mejorar tu descanso, sigue leyendo para descubrir qué colores son ideales para tu dormitorio.
Los colores evocan emociones y sensaciones que afectan nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, los tonos cálidos o demasiado intensos, como el rojo brillante o el naranja vibrante, pueden estimularte, subir tu energía y hacer que te cueste relajarte. Por el contrario, los colores fríos y suaves tienden a tener un efecto calmante. Esto se debe a que nuestro cerebro asocia ciertos colores con elementos naturales como el cielo, el agua o el descanso.
Un estudio realizado por Travelodge encontró que las personas que duermen en habitaciones pintadas de azul lograban descansar mejor, con un promedio de casi ocho horas por noche. Este color, asociado a la tranquilidad y al mar, disminuye la frecuencia cardíaca y reduce la presión arterial, preparándote para un sueño reparador.
Colores que promueven el descanso
Si estás pensando en renovar tu dormitorio para mejorar la calidad de tu sueño, presta atención a los siguientes tonos recomendados por expertos:
1. Azul: es sin lugar a dudas, el color más recomendado para los dormitorios. Esta tonalidad transmite calma, frescura y serenidad. Al estar asociada con el cielo y el agua, invita al desestrés y ayuda a desactivar pensamientos ansiosos antes de dormir. Opta por azules claros o pastel en las paredes y combínalos con ropa de cama blanca para mantener la sensación de amplitud y calma.
2. Verde: es el color de la naturaleza y, como tal, tiene un efecto equilibrante. Representa armonía y frescura. Tonos suaves como el verde menta o el verde oliva generan un ambiente reparador que fomenta el descanso. Además, este color combina fácilmente con materiales naturales como madera y lino, amplificando la sensación de bienestar.
3. Beige: los tonos neutros como el beige son perfectos para quienes prefieren una estética simple y ordenada. Este color crea un ambiente acogedor sin resultar distractor. Es ideal para personas que buscan un entorno sereno, aunque puedes agregar ligeros toques de color en cojines o cuadros si deseas mayor dinamismo.
4. Blanco Suave: cuando no es demasiado brillante, es un gran aliado para las habitaciones, porque emite una sensación de pureza y tranquilidad que potencia la relajación. Para evitar que el espacio se sienta frío o clínico, combínalo con textiles en tonos cálidos o crema. De esta forma, tu dormitorio se verá confortable y acogedor.
5. Rosa Pastel: el rosa claro tiene un efecto emocional relajante, especialmente en su versión pastel. Evita los tonos demasiado fuertes o saturados, ya que podrían tensarte. Este color, al ser tan sutil, se puede mezclar con grises o blancos para un estilo elegante y relajado.

Colores que debes evitar en tu dormitorio
No todos los colores ayudan al descanso, ya que algunas tonalidades pueden estimular de más tu sistema nervioso, dificultando conciliar el sueño. El rojo, por ejemplo, incrementa la energía y puede provocar sensación de tensión. Otros colores problemáticos como el negro en exceso o los marrones oscuros pueden hacer que el espacio se sienta pesado y pequeño, afectando tu estado de ánimo antes de dormir.
De igual manera, los amarillos brillantes o naranjas intensos, aunque se ven alegres, pueden sobreestimular el cerebro, creando un ambiente menos propicio para el descanso. Resérvalos para áreas sociales como el salón o la cocina, donde su vibrante energía puede ser una ventaja.
Otros factores a considerar al elegir el color de tu habitación
Es importante recordar que el color no actúa aislado, ya que la iluminación que usas en tu dormitorio también afecta cómo percibes las tonalidades. Opta por luces cálidas y regulables que complementen los colores elegidos.
Además, los materiales y texturas de los muebles y textiles que introduces en la decoración pueden influir. Usa cortinas opacas para bloquear la luz exterior, mantén el desorden al mínimo y selecciona textiles suaves para completar la atmósfera relajante de tu espacio.
La clave para elegir el color perfecto está en tomar en cuenta tus necesidades y preferencias personales. ¿Te gusta lo minimalista? Opta por tonos neutros como el blanco o el beige. ¿Prefieres sentirte cerca de la naturaleza? Los verdes o azules son una excelente apuesta. Lo importante es crear un espacio que conecte contigo y te invite a descansar plenamente.
Adapta estas recomendaciones a tu estilo propio y descubre cómo algo tan simple como un cambio de color puede transformarte. ¡Haz de tu dormitorio un verdadero santuario de descanso!