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Sexo y relaciones

Tres mentiras que los recién casados ​​creen sobre el sexo

El matrimonio suele venir lleno de expectativas, sueños y algunas ideas preconcebidas sobre la relación íntima. Estas creencias, aunque comunes, muchas veces son erróneas y pueden generar tensiones innecesarias. Una de las mentiras más comunes es pensar que el sexo siempre será espontáneo y perfecto, cuando en realidad requiere comunicación y adaptación mutua. Otra idea equivocada es creer que el deseo siempre será constante, ignorando que factores como el estrés o la rutina pueden influir.

También es frecuente asumir que ambos tendrán las mismas expectativas y necesidades, lo cual no siempre es cierto. Entender la realidad detrás del sexo en el matrimonio es esencial para evitar frustraciones, fortalecer la relación y fomentar una conexión más auténtica y comprensiva entre los cónyuges. Aprender a hablar abiertamente sobre este aspecto ayuda a construir una vida íntima, satisfactoria y realista.

El sexo siempre será perfecto y espontáneo

Muchos recién casados llegan a creer que la vida sexual será siempre como en las películas: apasionada, sin esfuerzo y con química absoluta. Sin embargo, en la vida real, las cosas son muy diferentes. El estrés, las responsabilidades y la rutina diaria pueden influir en el deseo y, en ocasiones, incluso dificultar la conexión física.

¿Por qué no es siempre espontáneo? La verdad es que las parejas necesitan tiempo y comunicación para conocerse en este aspecto. No siempre se tiene el mismo nivel de deseo, y eso es completamente normal.

Además, programar tiempo para la intimidad puede ser necesario, sobre todo en agendas ocupadas. Esto no significa que el romance desaparezca, sino que ambos deben priorizar su relación. La planificación no está peleada con la pasión; al contrario, puede ayudar a cultivarla.

Una buena vida sexual no requiere esfuerzo

Otro error común es pensar que el sexo será siempre satisfactorio sin necesidad de trabajar en ello. Esta expectativa puede ser dañina. Todas las parejas, por felices que sean, enfrentan desafíos en la vida íntima en algún momento.

Entrar al matrimonio con esta idea puede llevar a problemas de comunicación. Algunas personas evitan hablar sobre lo que les gusta o no en la intimidad por miedo a herir a su pareja o crear incomodidades. El resultado es una rutina sexual que puede no ser satisfactoria para ambos. La clave está en la comunicación abierta. Hablar con honestidad sobre deseos, inquietudes y expectativas transformará la experiencia. Aprender juntos y estar abiertos a explorar lo que funciona para ambos fortalecerá la conexión emocional y física.

Foto Freepik

El sexo es solo sobre placer físico

Una idea equivocada pero común es reducir el sexo únicamente a un acto físico. Aunque el placer es importante, la intimidad sexual en el matrimonio va mucho más allá. Es una manera poderosa de conectar emocionalmente y fortalecer el vínculo de pareja.

El sexo implica comunicación, vulnerabilidad y confianza. No se trata solo de buscar gratificación personal, sino de compartir y construir algo juntos. Cuando las parejas entienden esto, el sexo deja de ser solo un aspecto más de la relación y se convierte en una extensión del amor y el respeto mutuo. Ignorar los aspectos emocionales puede llevar a desconexiones que terminan afectando la satisfacción en esta área, así como en otros aspectos del matrimonio. Por eso, es fundamental cultivar la cercanía emocional junto con la conexión física.

¿Cómo superar estas falsas creencias?

Hablar abiertamente desde el principio: el diálogo es fundamental para afrontar las mentiras y mitos sobre el sexo, creando un espacio seguro para expresar inquietudes, deseos y expectativas.

Entender que cada relación es única: lo que funciona para una pareja puede no funcionar para otra, por lo que evitar comparaciones y aceptar las diferencias es clave para fortalecer la conexión.

Estar dispuestos a aprender juntos: la vida en pareja implica crecer, descubrir de manera mutua y adaptarse a los cambios que surgen con el tiempo.

No temer buscar ayuda profesional: si algo parece complicado o genera conflictos, acudir a un terapeuta especializado en relaciones puede marcar la diferencia, ayudando a desmontar mitos y fomentar una comunicación efectiva. Asimismo, informarse a través de recursos confiables sobre sexualidad y bienestar emocional puede ampliar la perspectiva y promover una relación más sana y satisfactoria

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Dany Levito

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