Salud

Un estudio revela que casi dos tercios de los alimentos para bebés que se venden en los supermercados no son saludables

Los pasillos de las tiendas de comestibles están repletos de alimentos para bebés y niños pequeños que carecen de valor nutricional. Un estudio reciente ha revelado que la mayoría de estos productos contienen cantidades excesivas de azúcar y sal, además de realizar afirmaciones de marketing engañosas. Esta investigación, publicada en la revista revisada por pares Nutrients, arroja luz sobre los preocupantes problemas que enfrentan los padres al momento de elegir alimentos saludables para sus hijos más pequeños.

Hallazgos clave del estudio

El estudio analizó 651 alimentos comercializados para niños de 6 a 36 meses en 10 supermercados estadounidenses. Sorprendentemente, el 60% de estos productos no cumplieron con las recomendaciones nutricionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alimentos infantiles y de toddler.

Además, casi ninguno de los alimentos cumplió con los estándares de la OMS para publicidad, los cuales se enfocan en el etiquetado claro de ingredientes y afirmaciones de salud precisas.

Exceso de azúcar y sal

Los hallazgos revelaron que:

  • El 70% de los productos no cumplieron con las pautas de la OMS sobre el contenido de proteínas.
  • El 25% no cumplieron con las recomendaciones calóricas.
  • 1 de cada 5 alimentos para bebés o toddlers contenía niveles de sal por encima de los límites sugeridos por la OMS.
  • El 25% de los productos contenía edulcorantes añadidos u ocultos, y el 44% excedía las recomendaciones de la OMS para azúcares totales.

Preocupaciones sobre las bolsitas de alimentos

Un hallazgo alarmante fue el rápido aumento en la popularidad de las bolsitas de alimentos para bebés, cuyas ventas se han disparado un 900% en los últimos 13 años en EE. UU. Estos productos fueron identificados como algunos de los peores infractores, con un 50% del azúcar consumido por los bebés proveniente de estas bolsitas.

Foto Freepik

Estos productos pueden interferir con el desarrollo de habilidades masticatorias y de textura, ya que los niños deben aprender a masticar alimentos sólidos, no solo consumir purés dulces.

Además, las mezclas de frutas y verduras en las bolsitas a menudo no son naturales y son mucho más dulces que la fruta real, lo que enseña a los niños a preferir solo cosas superedulcoradas.

Falta de regulación en EE. UU.

A diferencia de otros países occidentales, Estados Unidos carece de regulaciones específicas para los alimentos infantiles y de toddler. Mientras que en Europa, Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia existen normas sobre el etiquetado de ingredientes y la realización de afirmaciones de salud, en EE. UU. no hay tales restricciones.

Esto permite que los fabricantes puedan destacar selectivamente los elementos positivos de sus productos, sin tener que revelar los aspectos negativos, como el alto contenido de azúcar.

Lee también:

Engañosas afirmaciones de marketing

Casi la totalidad de los productos analizados (99,4%) contenía al menos una afirmación de marketing prohibida por las recomendaciones de la OMS. En promedio, los productos mostraban cuatro o cinco de estas afirmaciones, y algunos llegaban a tener hasta 13.

Algunas de las afirmaciones comunes incluían «no modificado genéticamente», «orgánico», «sin BPA» y «sin colorantes o sabores artificiales». Estas declaraciones pueden crear un «halo de salud» alrededor de los productos, engañando a los padres ocupados y preocupados.

Los expertos advierten que el consumo excesivo de azúcar y sal en los alimentos para bebés y niños pequeños puede tener graves consecuencias para su salud a largo plazo. Esto incluye un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, hipertensión y otros problemas.

Además, la exposición limitada a una variedad de texturas y sabores durante la etapa crítica de introducción de alimentos sólidos puede generar aversiones alimentarias y problemas de alimentación en el futuro.

Recomendaciones para los padres

Ante este panorama, los expertos ofrecen algunas sugerencias a los padres:

  • Leer cuidadosamente las etiquetas y evitar productos con altos niveles de azúcar y sal.
  • Optar por alimentos sólidos, como frutas y verduras frescas, en lugar de purés en bolsitas.
  • Exponer a los niños a una amplia gama de texturas y sabores durante la introducción de alimentos sólidos.
  • Ser conscientes de las afirmaciones de marketing engañosas y no dejarse influir por ellas.
  • Presionar a los legisladores y a la industria alimentaria para que implementen regulaciones más estrictas sobre los alimentos para bebés y niños pequeños.
¿Le resultó útil este artículo?
Veronica Pereira

Publicaciones relacionadas