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Insólito

Así es como un hombre ha ganado el premio mayor de la lotería 14 veces

Muchos sueñan con ganar el premio mayor, pero para la mayoría, es solo una fantasía inalcanzable. Sin embargo, hay personas que han encontrado formas ingeniosas de aumentar sus posibilidades de ganar, incluso llegando a ganar el premio mayor múltiples veces.

Un truco elaborado pero ilegal

La historia de Stefan Mandel es una de ingenio y perseverancia. Durante los años 80 y 90, este rumano emigrado a Australia se convirtió en el protagonista de numerosas noticias al ganar el premio mayor de la lotería en repetidas ocasiones. Su método, aunque sofisticado, era simple en teoría: jugar todas las combinaciones posibles. Sin embargo, esto se volvió ilegal con el tiempo, y las loterías dejaron de permitir que un solo jugador utilizara todas las combinaciones.

La estrategia de Stefan Mandel

Stefan Mandel no era un vidente ni un adivino, pero encontró una forma de predecir con certeza que ganaría el premio mayor. Su estrategia implicaba comprar todos los boletos de una lotería en particular para cubrir todas las combinaciones posibles de números. Si el premio mayor era lo suficientemente grande, esta estrategia resultaba rentable. Sin embargo, no era algo fácil de lograr.

Antes de su primera gran victoria, Mandel había ganado un premio equivalente a 18,000 dólares en su país natal, la Rumania. Con este dinero, emigró a Australia y comenzó a ganarse la vida jugando a la lotería. Con la ayuda de inversores, logró comprar todos los boletos de una lotería australiana, lo que le permitió ganar el premio mayor. El grupo de inversores compartió las ganancias obtenidas.

El fin de un método exitoso

A medida que Mandel y sus compañeros continuaban ganando el premio mayor, las loterías australianas comenzaron a prohibir su método. Ya no se permitía que una sola persona comprara todos los boletos de la lotería, y posteriormente se limitó también a un grupo máximo de cinco personas. Después de ganar su duodécimo premio mayor, Mandel se quedó sin opciones legales para seguir utilizando su método.

Decidió buscar nuevas oportunidades en otros países y encontró lo que necesitaba en Estados Unidos. Algunas variantes de la lotería estadounidense permitían a los jugadores imprimir sus propios boletos, lo que era especialmente ventajoso para Mandel, quien estaba ubicado en Australia. Esto dio inicio a una producción masiva de boletos de lotería, utilizando 30 computadoras y 12 impresoras durante meses. Se estima que se utilizaron entre 20 y 30 toneladas de papel, y el costo de enviar los boletos a Estados Unidos ascendió a 60,000 dólares.

El éxito a pesar de los obstáculos

Aunque hubo algunos contratiempos durante el proceso, el grupo de Mandel logró tener éxito. Aunque solo jugaron con tres cuartos de todas las combinaciones posibles, acertaron seis números ganadores, lo que fue suficiente para ganar el premio mayor. Fue solo cuando encontraron el boleto ganador entre millones de boletos que supieron con certeza que habían ganado.

La operación fue un éxito rotundo, y Mandel y sus compañeros lograron llevarse un premio mayor de 27 millones de dólares. Además, obtuvieron 900,000 dólares adicionales por acertar otras combinaciones ganadoras. Sin embargo, las disputas legales relacionadas con su método le costaron a Mandel una gran cantidad de dinero, y en 1995 se declaró en bancarrota.

Hoy en día, Stefan Mandel vive en la isla del Pacífico de Vanuatu, y su historia se ha convertido en una leyenda en el mundo de las loterías. Aunque su método ya no es válido y las loterías han implementado medidas para evitar que alguien repita su hazaña, su historia sigue siendo un testimonio del poder del ingenio y la determinación.

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Veronica Pereira

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