La polémica ha estallado en TikTok y otras redes sociales tras el lanzamiento en los supermercados Erewhon de una singular fruta: la fresa japonesa Elly Amai, etiquetada como “la mejor del mundo”, con un precio de 19 dólares por unidad. ¿Vale realmente la pena su precio?
La fresa Elly Amai no es cualquier fruta, ya que es una variedad conocida como Tochiaika, que se cultiva en la prefectura de Tochigi, Japón, región célebre por su producción de fresas de alta calidad. Según su descripción, estas fresas se producen bajo estrictos procesos de selección y cultivo, logrando un sabor dulce e intenso. Además, su gran tamaño y aspecto visual impecable son resultado de años de hibridación entre distintas variedades.
Lo que realmente las distingue es su cuidado desde la cosecha hasta su llegada a los supermercados de lujo en Estados Unidos. Las fresas viajan en un plazo de 24 a 48 horas desde Japón para garantizar su máxima frescura. Este meticuloso proceso, combinado con su limitada producción, es parte del argumento que respalda su costo.
Erewhon: lujo y exclusividad en cada producto
Erewhon, la cadena a cargo de comercializar estas fresas, no es un supermercado habitual. Fundado en 1966, el espacio se ha ganado un lugar entre las élites de Hollywood por ofrecer productos orgánicos, veganos y exclusivos, con precios que difícilmente encajan en un presupuesto promedio. El caso de las fresas Elly Amai no es aislado: Erewhon ha presentado antes productos tan caros como el mango Miyazaki por 260 dólares y la piña de la variedad Rubyglow por 395,99 dólares, ambos agotados rápidamente a pesar de su precio.
Este enfoque al lujo parece estar diseñado para una audiencia que no titubea en pagar precios altos por lo que considera calidad y exclusividad. Sin embargo, en las redes sociales, la comunidad opina algo diferente.
TikTok reacciona con críticas y memes
La influencer Alyssa Antoci, quien casualmente pertenece a la familia detrás de Erewhon, desató el revuelo al publicar un vídeo promocionando las fresas de Elly Amai en TikTok. En su clip, no solo elogió el sabor de la fruta, describiéndolo como “el mejor que jamás había probado”, sino que mostró su elegante empaque: un cilindro transparente que resalta su singularidad.
No pasó mucho tiempo para que el vídeo generara miles de comentarios, donde muchos usuarios mostraron su indignación calificando el precio como “ridículo” y describiendo la situación de “distópica”. Otros pusieron en duda tanto el origen japonés de las fresas como su supuesto sabor extraordinario. Las parodias y burlas no tardaron en propagarse, transformando a estas frutas en tema de discusión viral.
¿Un símbolo de exceso o innovación gastronómica?
En un mundo donde la lucha contra el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria sigue siendo relevante, este tipo de productos parecen estar reservados únicamente para los privilegiados. Sin embargo, otros argumentan que este tipo de frutas representan una evolución en la gastronomía de lujo, una experiencia sensorial que trasciende lo común.
En mercados asiáticos, las frutas premium ya cuentan con tradición y aceptación dentro del segmento de lujo. En Japón, por ejemplo, frutas como los melones Yubari son regalos de prestigio que alcanzan precios incluso más altos que estas fresas.
¿Vale la pena probarlas?
El debate sobre las fresas Elly Amai refleja algo más que el rechazo a los altos precios; encapsula la desigualdad que muchas personas perciben en el consumo de este tipo de productos. Para quienes buscan una experiencia única y están dispuestos a pagar el precio, estas fresas pueden ser una joya gastronómica. Pero para la mayoría, representan un extravagante ejemplo de cómo las marcas buscan vender más un concepto que una necesidad.
Al final del día, estas fresas son mucho más que fruta: son un símbolo de exclusividad en un mundo cada vez más polarizado entre lo accesible y lo inalcanzable. ¿Tú las probarías?
