Una mujer acude al médico con dolor de tripa y descubre que tiene un feto creciendo junto a su intestino
Cuando una mujer de la Isla de la Reunión, en Francia, comenzó a experimentar un intenso dolor de estómago, buscó atención médica sin saber que estaba gestando un bebé en su abdomen. A los médicos les sorprendió descubrir que esta mujer, de 37 años, estaba embarazada de 23 semanas y que el feto se encontraba junto al intestino. Aunque este tipo de embarazo ectópico suele resultar en la pérdida del feto, en este caso, los médicos lograron entregar al bebé con éxito a las 29 semanas de gestación. Tanto la madre como el recién nacido fueron dados de alta del hospital tres meses después.
¿Un embarazo ectópico en el abdomen?
El embarazo ectópico es una condición en la que el feto comienza a crecer fuera del útero. Por lo general, esto ocurre en las trompas de Falopio, que son responsables de transportar los óvulos desde los ovarios hasta el útero. Sin embargo, en este caso, el feto se desarrolló en la cavidad abdominal de la mujer, entre el estómago y el intestino. Este tipo de embarazo es extremadamente raro, con solo un caso por cada 30,000 embarazos ectópicos.
Los riesgos de un embarazo ectópico abdominal
El embarazo ectópico abdominal es una situación peligrosa tanto para la madre como para el feto. A medida que el feto crece, existe un alto riesgo de ruptura de los órganos circundantes, lo que puede ocasionar una hemorragia interna potencialmente mortal. Además, las posibilidades de que el feto sobreviva son muy bajas, con una tasa de mortalidad del 90%. Aquellos que logran sobrevivir tienen un 20% de posibilidades de presentar defectos de nacimiento o daño cerebral.
El procedimiento quirúrgico y el éxito del parto
Dado que el feto estaba creciendo rápidamente en la cavidad peritoneal, los médicos tuvieron que realizar una cirugía para extraer al bebé. Realizaron una incisión en el abdomen de la mujer y colocaron al bebé en una unidad de cuidados intensivos neonatales. Menos de dos semanas después, la mujer regresó al hospital para que los médicos pudieran extraer la placenta restante.
Un final feliz para la madre y el bebé
A pesar de las complicaciones y los momentos de angustia, tanto la madre como el bebé lograron superar esta experiencia única. Después de tres meses en el hospital, fueron dados de alta y pudieron regresar a casa para reunirse con los otros dos hijos de la mujer, quienes estaban ansiosos por conocer a su nuevo hermano.
Factores de riesgo del embarazo ectópico abdominal
El embarazo ectópico abdominal puede tener dos orígenes: el primario y el secundario. En el caso del embarazo ectópico abdominal primario, la fecundación y la implantación ocurren en los órganos pélvicos abdominales. Por otro lado, el embarazo ectópico abdominal secundario se produce como resultado de la evolución de un embarazo ectópico en las trompas de Falopio o los ovarios.
Existen varios factores de riesgo asociados con el embarazo ectópico abdominal. Algunos de estos factores incluyen antecedentes de infección pélvica, anomalías congénitas, endometriosis, embarazo ectópico previo, cirugía uterina previa y técnicas de reproducción asistida. Estos factores aumentan la probabilidad de que el embrión se implante en la cavidad abdominal en lugar del útero.
Métodos de diagnóstico del embarazo ectópico abdominal
El diagnóstico del embarazo ectópico abdominal puede ser desafiante debido a la falta de síntomas específicos y a la dificultad para detectar la ubicación anormal del embrión. Sin embargo, existen varias pruebas y técnicas de diagnóstico que pueden ayudar a confirmar o descartar esta condición.
La ecografía transvaginal es el método de elección para el diagnóstico diferencial del embarazo ectópico abdominal. Permite la visualización del saco gestacional implantado fuera del útero y puede proporcionar información precisa sobre la ubicación y el desarrollo del embrión.
Otra prueba complementaria que puede ser necesaria en el diagnóstico del embarazo ectópico abdominal es la monitorización de los niveles de beta-hCG, una hormona producida durante el embarazo y sus niveles suelen ser más altos en los embarazos eutópicos que en los ectópicos. La evolución de los niveles de beta-hCG puede ayudar a confirmar la presencia de un embarazo ectópico y evaluar su progresión.
En algunos casos, puede ser necesario realizar una resonancia magnética (RM) pélvica para obtener una imagen más detallada de la ubicación y extensión del embarazo ectópico abdominal. Esta técnica se utiliza especialmente cuando hay una sospecha de complicaciones o cuando el diagnóstico no está claro.
