En la era digital en la que vivimos, el uso de pantallas se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas, y esto incluye a los niños. Sin embargo, el abuso de estos dispositivos puede tener consecuencias negativas en su desarrollo a largo plazo y aumentar el riesgo de adicción. Para prevenir estos efectos perjudiciales, es crucial promover la actividad deportiva y recreativa, ya que no solo contrarresta los efectos negativos de las pantallas, sino que también promueve la salud de los niños.
El uso excesivo de pantallas: una realidad cotidiana
Según un estudio realizado por Qustodio, los niños pasan un promedio de cuatro horas al día conectados a las pantallas fuera del entorno escolar. YouTube sigue siendo la plataforma favorita para el 73% de los niños, mientras que TikTok lidera en el ámbito de las redes sociales con un 57% de preferencia. Estos datos son significativos, ya que representan aproximadamente 1,460 horas al año invertidas en plataformas digitales, lo cual va en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones.
La OMS publicó directrices en 2019 en las cuales recomendaba que los niños pasaran menos tiempo sentados frente a las pantallas, durmieran mejor y tuvieran más tiempo para jugar activamente. Estas directrices se aplicaban a los menores de cinco años, pero se pueden extender a todas las etapas de la infancia.
Síntomas de adicción y consecuencias del uso excesivo de pantallas
Según el mismo estudio de Qustodio, el 76% de los padres afirma que el uso habitual de dispositivos afecta negativamente a sus hijos. Algunos síntomas que pueden indicar un problema de adicción incluyen pasar más tiempo del habitual en la habitación, alejarse de los amigos, un bajón en las calificaciones académicas, cambios físicos significativos, cambios repentinos en el círculo de amistades, irritabilidad y cambios en el carácter como tristeza o ansiedad. Si alguno de estos síntomas está presente, es importante buscar ayuda profesional.
Además de los síntomas de adicción, el abuso de pantallas también puede tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo de los más pequeños. Un estudio reciente encontró una asociación entre el índice de masa corporal (IMC) y las horas de uso de computadoras y videojuegos, así como con el cociente intelectual. Estas conclusiones resaltan la importancia de concienciar a las familias sobre los efectos perjudiciales del abuso de pantallas en relación con el sedentarismo, los contenidos negativos y el daño intelectual.
El deporte como antídoto para el abuso de pantallas
Ante los preocupantes efectos del abuso de pantallas en los niños, es fundamental tomar medidas para promover una vida equilibrada y saludable. En este sentido, el deporte juega un papel fundamental, ya que proporciona una serie de beneficios para el desarrollo físico, mental y emocional de los niños.
Un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Ciudad de Juárez demostró que la participación en actividades deportivas y recreativas durante la infancia y la adolescencia tiene un impacto positivo en el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales. Algunas de estas habilidades incluyen la comunicación, el manejo del rechazo, la agresividad, la toma de decisiones, el pensamiento crítico, la autoevaluación, la reducción del estrés y el fortalecimiento del organismo para prevenir enfermedades.
¿Cómo fomentar el deporte en la infancia?
La Academia Americana de Pediatría ofrece algunas recomendaciones para fomentar la práctica deportiva en los niños de manera efectiva:
Sé un modelo a seguir e involúcrate: Los niños tienden a imitar lo que ven en casa, por lo que si ven a sus padres disfrutando del deporte, es probable que ellos también lo hagan. Además, dedicar tiempo de calidad a los hijos, como salir a dar un paseo, jugar a la pelota o ir en bicicleta, fortalece el vínculo familiar y promueve la actividad física.
Busca una actividad divertida y apropiada: Es importante encontrar una actividad deportiva que sea adecuada para la edad y las habilidades del niño. Antes de los 7 u 8 años, los niños pueden participar en deportes de equipo, montar en bicicleta o nadar, mientras que levantar pesas o realizar carreras largas pueden ser más apropiadas en etapas más avanzadas.
Planifica y establece límites: Es esencial que el tiempo dedicado a las pantallas tenga un horario fijo y limitado. Es importante asegurarse de que el horario del niño incluya al menos una hora al día para la práctica deportiva y buscar un entorno seguro y el equipamiento necesario.
Pide ayuda a un especialista: En caso de que sea necesario, los médicos y especialistas en prevención y tratamiento de adicciones pueden brindar orientación y apoyo en el proceso de promover el deporte en la vida de los niños.
