Vacaciones de última hora: tres destinos europeos que no debes pasar por alto
Los últimos días del verano pueden ser el momento perfecto para disfrutar de escapadas de última hora a destinos europeos con precios más asequibles y menos aglomeraciones turísticas. Ya sea que prefieras sumergirte en la efervescente vida cultural de una capital como Bruselas, saborear la dolce vita en Roma o combinar montaña y actividades acuáticas en Ginebra, estas tres opciones te permitirán aprovechar al máximo los últimos rayos de sol sin tener que gastar una fortuna.
Bruselas: cultura, gastronomía y vistas impresionantes
Bruselas es una ciudad que ofrece una experiencia cultural y gastronómica inigualable, y que resulta particularmente atractiva durante los meses de final de verano. Con un clima templado que evita los calores agobiantes, podrás recorrer cómodamente sus encantadoras callejuelas, admirando los murales que adornan las fachadas y descubriendo rincones llenos de encanto.
Una visita imprescindible es la del Atomium, el icónico monumento que se alza imponente en el skyline de la ciudad. Desde lo alto de esta estructura en forma de átomo gigante, podrás disfrutar de unas vistas panorámicas realmente espectaculares. Y cuando caigas la noche, no te puedes perder la oportunidad de tomar un aperitivo en uno de los animados rooftops de la ciudad.
Roma: la dolce vita al alcance de todos
¿Quién no ha soñado con visitar la mítica Roma y sumergirse en su atmósfera de dolce vita? Pues bien, las vacaciones de última hora pueden ser la oportunidad perfecta para hacerlo sin tener que pagar un ojo de la cara.
Durante el mes de agosto, los vuelos a la capital italiana se pueden encontrar por alrededor de 100 euros el trayecto de ida y vuelta. Y si prefieres evitar los días más calurosos, en septiembre el precio baja hasta los 80 euros.
Una vez allí, podrás recorrer a tu ritmo los principales monumentos de la ciudad, desde el Coliseo hasta la Fontana de Trevi. Y si quieres escapar del bullicio, no dudes en visitar algunas de las playas de arena fina que se encuentran a apenas unos kilómetros del centro de Roma.
Ginebra: montaña, lago y diversión
Si no sabes si decantarte por la montaña o el lago para tus vacaciones, Ginebra es la respuesta. Esta ciudad suiza ofrece lo mejor de ambos mundos, convirtiéndose en el destino perfecto para quienes buscan combinar actividades al aire libre con una vida cultural y festiva.
Los amantes de los deportes acuáticos tendrán la oportunidad de practicar canotaje, paddle surf o wakeboard en las aguas del lago Lemán. Y después, podrán dirigirse a los Montes de Ginebra para disfrutar del aire puro de la montaña.
Eso sí, hay que tener en cuenta que los vuelos a Ginebra suelen ser más caros que a otras ciudades europeas. En agosto, el trayecto de ida y vuelta puede costar alrededor de 200 euros, pero en septiembre el precio se reduce a menos de 80 euros.
¿A qué esperas para reservar tu escapada de última hora?